La Unión General de Trabajadores considera que las medidas contenidas en el acuerdo para un Gobierno Reformista y de Progreso, suscrito entre PSOE y Ciudadanos, tiene elementos que merecen una opinión positiva "ya que mejora la situación que ha dejado el gobierno del Partido Popular", aunque también resalta algunos aspectos que a su juicio deberían revisarse y corregir algunas actuaciones, "especialmente en materia económica y laboral".
Para UGT, el acuerdo revierte "total o parcialmente" algunas de las actuaciones más regresivas del Partido Popular y "expresa una voluntad de cambio de orientación política, lo que merece una valoración favorable". Del mismo modo, el sindicato cree que es positivo que dicho texto "constituya una base programática de partida para acometer, con los cambios y retoques necesarios, una nueva legislatura que asiente una vía de salida de la crisis más justa y unas bases de desarrollo más equilibradas".
Sin embargo, hay elementos que, a juicio de la UGT, no suscitan una opinión favorable, por ejemplo, el hecho de que "contiene demasiadas inconcreciones o imprecisiones que plantearían serias dudas sobre el sentido efectivo de algunas de las medidas que se proponen, y que quedarían abiertas a la interpretación de quien las aplique".
Para UGT, el texto del acuerdo incluye apartados para el empleo claramente negativos ya que, por una parte, impiden la mejora de la calidad del empleo y la lucha contra la precariedad laboral, mientras que, no sólo no se acaba con la devaluación salarial, sino que se contribuye a consolidarla.
En el primero de los supuestos, por ejemplo, "el contrato temporal queda como un contrato sin causa y con dos años de duración máxima, las indemnizaciones por fin de contrato crecientes no sirve para reducir la rotación sino que, al contrario, incentiva las extinciones, la denominación de los contratos temporales como “estables” es engañosa y, por último, apenas se menciona el contrato a tiempo parcial, y por tanto, es imposible hablar de reducir la precariedad sin abordar la reforma y regulación de esta modalidad de contrato", continúa exponiendo el sindicato.
Por lo que respecta a los salarios, UGT opina que el acuerdo "no termina con la devaluación salarial sino que tiende a consolidarla". Para el sindicato, una subida del salario mínimo del 1 por ciento es insuficiente y nos aleja del objetivo de acercar el Salario Mínimo Interprofesional a la media del 60 por ciento salarial.
Por último, UGT considera que la estrategia presupuestaria que recoge el acuerdo no resulta consistente con el conjunto de las políticas que se proponen. "El texto aporta dos circunstancias que son esenciales para un cambio de política económica: por un lado, la negociación de nuevos objetivos de déficit con las autoridades europeas, y por otro, el hecho de que la recaudación fiscal en nuestro país es una de las más bajas de Unión Europea. Sin embargo, las propuestas del acuerdo resultan incoherentes para sustentar las afirmaciones anteriores, ya que, será muy difícil bajar del 3 por ciento de objetivo de déficit en 2017 como plantea el acuerdo y también sería necesario que entre los objetivos de la reforma fiscal propuesta figure un aumento de los ingresos en relación a nuestro PIB", concluye el sindicato.
