La intensa noche de niebla, que durante la madrugada ha creado las condiciones óptimas para los intentos de entrada clandestinos en la ciudad, ha obligado a la Guardia Civil a mantener durante varias horas una intensa actividad en el espigón de El Tarajal y su entorno. Según datos facilitados por el Instituto Armado, se estima que a lo largo de la madrugada se registraron unos 80 intentos de entrada, muchos de los cuales fueron abortados al otro lado de la frontera por las fuerzas de seguridad marroquíes.
La Guardia Civil, que ha desplegado a agentes del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), a operadores de cámaras térmicas –los conocidos popularmente como «búhos»- y al Servicio Marítimo, ha interceptado a una decena de migrantes, entre menores y nacionales de países distintos a Marruecos.
El dispositivo ha conseguido contener el flujo de migrantes con la colaboración del país vecino, en una situación que no difiere demasiado de la registrada durante la madrugada de ayer.
