Ha pasado la Feria y casi el verano, al menos en lo meteorológico, y las demandas de la Asociación de Vecinos de Villajovita siguen sin ser atendidas y ahora ni escuchadas. El presidente de la barriada, Lisandinn Mohamed, lamenta que el Consejero de Fomento, Alejandro Ramírez, “ya ni me coge el teléfono”.
La pequeña barriada del extrarradio sigue sin contar con la accesibilidad para personas con movilidad reducida, tan deseada y demandada en innumerables ocasiones. “No se ha hecho nada por estas personas”, reclama Mohamed, insistiendo en que las peticiones se han pasado por registro, pero no se ha colocado “ni una triste barandilla”.
Además de la falta de accesibilidad, Mohamed denuncia las barreras arquitectónicas en forma de canales de desagüe “que no van a ningún sitio y que inundan las puertas de las casas de mis vecinos”, ya que dichas canalizaciones no están conectadas a los imbornales de pluviales. Estos escalones rebajados a pie de calzada se convierten en un obstáculo para personas mayores con andador, porque las aceras de Villajovita no son las más anchas de Ceuta y, en muchas calles, deben desplazarse por la calzada.
Pero esta no es la única denuncia que hace el presidente de la Asociación de Vecinos de Villajovita. Falta de mantenimiento, losas levantadas y unas Murallas Meriníes que están sufriendo, en su base, la presión del agua de riego, con unas bocas de aspersión que, o bien enfocan directamente a la acera -duchando a todo el que pasa- o están maltratando un Bien de Interés Cultural (BIC) como son las Murallas.
Uno de los pocos monumentos declarados como BIC, las Murallas recibieron el ‘trato de favor’ de Fomento, acondicionando el parterre con césped, pero sin la instalación de las vallas prometidas. Sigue siendo un lugar donde los excrementos de perros son la tónica dominante. Mohamed es consciente de que es culpa de los “incívicos” que llevan a sus perros a hacer sus necesidades alrededor del lienzo de las Murallas Meriníes, pero pide que se instale la protección que Fomento prometió en su momento.
Hace unos días, la barriada sufrió un incendio provocado por unos vándalos que prendieron fuego a los contenedores de basura situados en la calle Calderón de la Barca. No sólo los bidones fueron víctimas de las llamas, también se vio afectado un vehículo y un palmito en la zona ajardinada alrededor de las Murallas. “No sólo no han venido a limpiar en condiciones los restos del incendio. Nadie ha venido a podar los daños que sufrió la palmera”, lamenta Mohamed.
Pero la lista de quejas y demandas a la Consejería de Fomento no acaba aquí. Maleza, basura, parches en el enlosado, promesas incumplidas como la instalación de la zona de juegos, la creación de un huerto ecológico o el soterramiento de los contenedores de residuos, de la calle Calderón de la Barca. Dejadez y abandono son problemas que el presidente de Villajovita no quiere para sus vecinos, quienes sienten que son discriminados por el área que dirige Alejandro Ramírez.
