Sin llegar a las temperaturas del verano pasado, el calor ha sido el protagonista de este jueves. El poniente ha disipado la humedad y la sensación de bochorno, pero ha traído consigo un aumento de la temperatura, haciendo que los termómetros se disparen hasta los 36 grados, muy por encima de la máxima prevista por la Agencia Estatal de Meteorología, que era de 30 grados.
La temperatura máxima, esos 36 grados, se ha registrado a las cuatro de la tarde, y desde entonces los termómetros han comenzado a dar una tregua, bajando hasta los 34 grados una hora después. De este modo, desde la una de la tarde, Ceuta ha permanecido varias horas por encima de los umbrales establecidos por la Ciudad Autónoma para determinar el riesgo por altas temperaturas, que este verano se ha situado en los 33,9 grados.
La diferencia térmica desde las 8 de la mañana, cuando se registró la mínima, ha sido de más de 11 grados, algo poco habitual en Ceuta, donde la amplitud térmica suele ser muy escasa.
Aun así, la máxima de este jueves ha estado lejos del récord histórico registrado en Ceuta, que se alcanzó el 19 de julio de 2023, cuando se llegó a una temperatura de 40,6 grados.
