El comité encargado del seguimiento de las obras de la Catedral de Ceuta se ha reunido en las instalaciones del área de Cultura de la Ciudad Autónoma con el propósito de evaluar y discutir los hallazgos de las catas realizadas en el templo de Santa María de la Asunción, cerrado desde hace semanas por los problemas estructurales que el edificio presenta.
Estas labores forman parte de un convenio de colaboración entre la Ciudad y la Diócesis, con un presupuesto de 700.000 euros. Este convenio, aprobado en 2023, refleja el compromiso del Gobierno de la Ciudad por enriquecer y valorizar el patrimonio histórico cultural. Recientemente, se acordó una extensión de su plazo de ejecución de nueve meses y medio.
Los trabajos de las catas de la Sede Episcopal, que se iniciaron en abril, se llevaron a cabo con el objetivo de obtener información crucial para la redacción del proyecto de restauración interior. Paralelamente, se continuará con la inspección de las torres y las cubiertas.
Los resultados de las catas fueron presentados durante la reunión, y tras un análisis conjunto, se ha identificado la necesidad de redactar un Proyecto Básico para el interior del templo. Este proyecto se dividirá en varias fases, cada una con diferentes subproyectos para abordar las necesidades más urgentes.
La principal patología identificada en la estructura es la exposición al agua, debido a la proximidad al mar, lo cual ha causado filtraciones en el interior. Esto no solo representa un problema estético, sino también de seguridad, ya que se ha perdido estabilidad y adherencia en los revestimientos.
La reunión ha contado con la presencia de varios representantes de la Diócesis, incluyendo al Vicario de Ceuta, Francisco Jesús Fernández Alcedo; Carmen Lobato, y los arquitectos Juan Delgado y Antonio Sánchez. Por parte de la Ciudad Autónoma, asistieron la directora general de Cultura y Patrimonio, María Teresa Troya, y el arquitecto municipal José Pedro Pedrajas.
Es importante recordar que la Catedral de Santa María de la Asunción fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de monumento, en el año 2008.
