Hace tres años, Ceuta experimentó lo que el presidente Juan Vivas ha descrito repetidamente como “la mayor crisis migratoria en tiempos recientes”. En ese entonces, más de 10.000 personas, aunque algunas fuentes estiman que fueron más de 12.000, cruzaron el espigón del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos.
Los días 17 y 18 de mayo de 2021 marcaron un hito en la historia migratoria de nuestro país. En esos dos días, más de 12.000 inmigrantes, en su mayoría marroquíes, ingresaron por la playa que separa la ciudad de Marruecos. Este hecho ocurrió ante la inacción de la Gendarmería marroquí, lo que el presidente ceutí, Juan Jesús Vivas (PP), calificó como una “auténtica invasión”.
En la madrugada del 17 de mayo de 2021, unas 200 personas ingresaron a la ciudad autónoma bordeando el espigón de Benzú. Sin embargo, lo peor estaba por venir. A lo largo de la mañana, la entrada de inmigrantes se trasladó a la frontera del Tarajal, con cientos de marroquíes que superaban en número a las fuerzas del instituto armado. Por la tarde, la situación se agravó con nuevos accesos clandestinos.
El 18 de mayo, la avalancha se repitió, lo que obligó a desplegar unidades del Ejército de Tierra en la zona del Tarajal para apoyar a las fuerzas desbordadas por las miles de personas que ingresaron a la ciudad y corrieron hacia el centro o el barrio del Príncipe.
Durante esos dos días de mayo de 2021, de las miles de personas que ingresaron irregularmente a Ceuta, unas 3.000 eran menores de edad, según fuentes del Gobierno central. Estas cifras son aproximadas, ya que en un momento dado se dejó de contar. Muchos regresaron voluntariamente, mientras que otros fueron devueltos a su llegada a la orilla.
Oficialmente, el Ministerio del Interior negó la obligación de devolver a los menores a Marruecos. Sin embargo, durante semanas, decenas de niños y adolescentes vagaron perdidos por las calles de Ceuta, invisibles para el sistema.
El presidente Vivas resumió este episodio como “el momento más difícil” en la historia reciente de la ciudad autónoma. Según él, los ciudadanos percibieron desde el principio que se trataba de “un intento de desestabilizar Ceuta como medio para presionar a España y, por ende, a Europa”.
Tres años después, la crisis migratoria del Tarajal aún no se ha resuelto por completo. En agosto de 2021, se inició la repatriación de los menores no acompañados que permanecían en Ceuta, una medida criticada por las ONG, algunos partidos políticos, el Defensor del Pueblo y la Fiscalía, y que finalmente fue llevada a los tribunales. Así, el 16 de agosto, un juzgado de Ceuta ordenó suspender la repatriación de nueve menores, mientras que el Ministerio del Interior defendía que las devoluciones se estaban realizando de manera legal y en el mejor interés del menor.
En abril, la Audiencia Provincial de Cádiz juzgó por un presunto delito de prevaricación administrativa en la devolución de 55 menores a Marruecos en 2021 a la exdelegada del Gobierno, Salvadora Mateos, y a la exvicepresidenta de la Ciudad, Mabel Deu.
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) desestimó los recursos de apelación presentados por ambas contra la sentencia de septiembre de 2023 que las acusaba. Actualmente, las imputadas son las únicas investigadas en el caso. Además, se enfrentan a una pena de entre 12 a 15 años de inhabilitación por el delito de prevaricación continuada. La fecha para el juicio se determinará en los próximos días.
En relación con el presunto delito de prevaricación en la devolución de menores, Salvadora Mateos declaró el 5 de octubre de 2022 en calidad de investigada. Por su parte, Mabel Deu también lo hizo el 7 de septiembre del mismo año como cooperadora necesaria. Según el testimonio de esta última, la devolución de los niños se realizó siempre en consonancia con las directrices del Gobierno central.
En este contexto, Salvadora Mateos fue destituida de su cargo a finales de octubre de 2022 por el Consejo de Ministros. Por su parte, Mabel Deu se reincorporó en septiembre a su puesto de docente, ya que no figuraba en la lista con la que el PP concurrió a las elecciones autonómicas del 28 de mayo de 2023.
Tres años después de ese episodio, Ceuta sigue conviviendo con la inmigración, principalmente la infantil, y sigue experimentando entradas de inmigrantes a nado, a pesar de los riesgos de estas travesías clandestinas.
