Una jornada más la frontera del Tarajal está viviendo una mañana complicada en el lado marroquí y tranquila en el español. Las mujeres con contrato de trabajo o permiso de residencia han sido las primeras en poder cruzar la frontera, después ha sido un goteo constante. Mientras los polígonos permanecen cerrados y por tanto, suspendido el porteo, los problemas se centran ahora en la frontera en sí. Las autoridades marroquíes establecen filtros y controles en la rotonda de acceso a la misma para evitar grandes aglomeraciones de personas en los pasillos con el consiguiente riesgo que ocasiona.
Estos controles están provocando horas de espera que desespera a quienes tienen que entrar en la ciudad pero lo hacen sin un contrato de trabajo. La semana pasada y ante los continuos problemas para entrar Ceuta y perder días de trabajo, muchas mujeres marroquíes optaron por dormir en la ciudad.
