Vox quiere echar de España a todos los niños y adolescentes extranjeros que han llegado al país de manera irregular y cerrar los centros donde se les acoge. Esta es la demanda que plantea la moción presentada por la formación de extrema derecha en el Senado.
Para justificar su exigencia, los ultraderechistas alegan que la presencia de niños y adolescentes en el país es excesiva dado el incremento que ha experimentado en los últimos años y que los de Santiago Abascal cifran en un 221,4% en ocho años.
Paralelamente, la formación se muestra contraria al reparto obligatorio entre todas las comunidades autónomas españolas de estos niños y adolescentes llegados a Canarias, Ceuta y Melilla. A juicio de la extrema derecha, la propuesta del Gobierno de dar propiciar la acogida de los menores en todos los territorios del país responde a un «mandato de las élites de la Agenda 2030» y pretende convertir los pueblos de España en «laboratorios multiculturales de Bruselas».
Los senadores ultraderechistas vuelven a vincular la presencia de los menores con «agresiones, robos e incluso homicidios». A pesar de estas imputaciones, Vox se declara partidario de defender los intereses de los menores devolviéndolos a su país para «volver con sus padres a su hogar». «No podemos tolerar que haya menores extranjeros sin la compañía de sus padres en una nación que no es la suya», argumenta la extrema derecha.
Vox apela de nuevo al «efecto llamada» para mostrar su preocupación por la pérdida de vidas humanas en el tránsito hacia Europa. Para combatir la situación, la extrema derecha propone desproveer a todos los inmigrantes irregulares de los beneficios sociales y ayudas que pudieran estar percibiendo.
