La realidad de la vuelta al cole para muchas familias de Ceuta

Una madre afectada hace una interesante reflexión sobre el periodo de adaptación incompatible con la vida laboral, asegura que son muchas familias las que se quejan de este método
Vuelta al cole CEIP Valle Inclán
photo_camera Alumnos del Valle Inclán (ARCHIVO)

Comienza el mes de septiembre y, con él, la vuelta al colegio. Una vuelta esperada para padres, madres y estudiantes, pero que esconde una realidad que pocas veces comentamos y que, tristemente, “aceptamos y acatamos sin rechistar” en Ceuta.

Muchos de nosotros tenemos hijos que comienzan la etapa de infantil y nos encontramos con un periodo de adaptación obligatorio del que hemos conocido sus horarios a tres días de empezar el curso. Lo único que sabíamos hasta el pasado jueves es que, al menos en nuestro colegio (CEIP Mare Nostrum), se iban a realizar pequeños grupos dentro de cada clase y cada grupo irá en horarios distintos, pero ni sabíamos grupos, ni tramos horarios, ni nada de nada… ¿por qué en algunos colegios se da esta información en junio y en otros no? ¿Cómo pretendían que nos organizáramos las familias que trabajamos y que no tenemos la suerte de contar con una red de apoyo para ayudarnos durante este tiempo? Y digo más, ¿por qué debemos contar con agentes externos cuando este periodo de adaptación no es obligatorio en el resto de España? ¿Por qué aquí sí? Siempre se excusan en que el periodo de adaptación es necesario para los niños y niñas, ¿es que aquí son especiales? ¿Por qué en otras comunidades no lo necesitan?

Mi hijo lleva desde los 4 meses en un centro escolar y está más que adaptado y deseando empezar el colegio. ¿Por qué no se ofrece de forma opcional para aquellas familias que puedan realizarlo o lo crean oportuno? Lo que me parece aún más grave es la respuesta que llegan a dar si no puedes realizarlo y es que te invitan a que tu hijo empiece el colegio cuando termine dicho periodo (comentario que es verídico), ¿es que acaso ahí ya no es tan importante dicha adaptación? Dejémonos de excusas baratas y adaptémonos a una sociedad en la que ambos progenitores trabajan y no podemos permitirnos llevar a media mañana a nuestro hijo a la escuela por tres cuartos de hora para recogerlo a continuación…

También somos de la pocas comunidades (o la única) en la que, durante el mes de septiembre y junio, los niños y niñas de Educación Infantil y Primaria salen a las 13 horas. ¡Ya basta! Yo también me dedico a la educación y mi horario se mantiene todo el año. Entonces, ¿por qué mi propia “empresa”, que me impone el problema, no me da la solución?

Nos hemos acomodado, no nos quejamos y esto debe cambiar. Sé que hay un servicio para ayuda a la conciliación. Me parece maravilloso, pero con unos requisitos que los progenitores que trabajamos no cumplimos, ¿qué hacemos entonces? La única solución: contratar a una persona que no conoce a tu hijo para que se quede en casa con él, lo lleve y traiga a las horas que el colegio diga y se quede hasta que vuelvas del trabajo, ¿en serio?

Todo sería mucho más sencillo si nos adaptáramos a la realidad de las familias y los colegios comenzaran desde el primer día en horario normal y, lo mejor de todo, esta solución no supone un coste para nadie, por lo que no entiendo que la Administración no tome cartas en el asunto.

Recordemos también que son las propias AMPAS las que están gestionando el servicio de aulas matinales y vespertinas. Que, además, el colegio no nos ha permitido comenzar desde el primer día (estando el servicio contratado), lo que dificulta aún más la conciliación y su respuesta es que “no es su problema”. ¿Y nadie hace nada al respecto?

Ya basta de conformarnos con lo que imponen sin mostrar la más mínima queja, de adaptarnos y readaptarnos a lo que nos van diciendo con los inconvenientes y quebraderos de cabeza pertinentes. Ya es hora de que se tomen decisiones que ayuden a TODOS y que está comprobado que se puede hacer, solo hay que querer.

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