Derecho a techo: Un rugido (liberal) abriendo nuevas puertas

Miguel Anxo Bastos: “Capitalismo, ahorro y trabajo duro. No hay otra cosa” Thomas Showell: “Por mucho que la gente de izquierdas hable de compasión, no tienen compasión por los contribuyentes.”

VISTA CEUTA VIVIENDA

Hace algunos meses publiqué, la que ahora se podría considerar la primera parte de este análisis titulada, “Sánchez le pide el relevo a Massa. ¿Cuándo tomará alguien el de Milei?”. En ése artículo, traté de representar la dicotómica respuesta, ante el mismo problema, de diferentes dirigentes y sus respectivas ideologías. Ya en ese momento, aún era temprano, se vislumbraban señales de esperanza para los argentinos que, tras años de intervencionismo y dificultades, anhelaban tener un hogar que poder comprar o alquilar. Ahora, tras varios meses y con la aprobación parcial del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), podemos extraer conclusiones más precisas y atribuir a la ideología liberal, representada por Javier Milei, su correspondiente responsabilidad en este éxito. La evidencia histórica demuestra, una vez más, que la intervención y el deseo desmedido de control nunca son buenos mecanismos ni para la vivienda, ni para la comida ni para el precio de la luz o el gas. Si antes de leer el artículo en su totalidad tuviera que resumir una idea en claro sería: (sobre)regular un mercado solo lo llevará al colapso y, en consecuencia, a un fracaso que afecta -como norma general- a los más vulnerables.

Ambos líderes han seguido sus propios caminos e implementado las políticas que creían iban a ser más efectivas. Sánchez, seducido por los cantos de sirena socialistas y, últimamente, del comunismo de Sumar/Podemos, lejos de hacerla más accesible, la ha convertido en prohibitiva. En el otro lado de la moneda, el arquero argentino, apoyándose en el pensamiento liberal y en su propio convencimiento, decidió emprender la senda libertaria logrando que la oferta se multiplique un 200%. Este aumento significativo invita a reflexionar sobre el rumbo que estamos tomando… Una reflexión que además del dato -que ya es impresionante por sí mismo- viene acompañado de la etiqueta “niveles récord históricos” en tan solo 12 meses, según la Universidad de San Andrés. Un argumento que desmonta las críticas sobre los múltiples fallos de mercado.

Este aumento que se da en el área metropolitana de Buenos Aires podría parecer un caso aislado en busca de explicar la totalidad. Sin embargo, representa el mayor desafío. Para ser representativo y haciendo uso de un símil, podríamos intentar asimilar Madrid con la capital argentina. De este modo, podríamos entender que el cambio provocado es aún más impactante y digno de reconocimiento. Si en los próximos meses este Gobierno consiguiera aumentar la oferta de viviendas en una cuidad con acceso habitacional complicado y, al mismo tiempo, reducir los precios en términos reales, sería motivo más que suficiente para felicitarlo. La Ley de Arrendamiento durante el periodo de Massa provocaba un efecto similar al de la actual regulación española: una ecuación “profit-risk” desfavorable. Como resultado, hay poca oferta de viviendas, ya que los propietarios no quieren arriesgar a ofertar sus propiedades cuando el riesgo supera el beneficio/rentabilidad.

Esto mismo ocurre en la ciudad condal, donde la amenaza “okupa” hace que los precios sean desorbitados, las fianzas sean de varios meses y la duración del contracto poco flexible… Una okupación -que ha aumentado un 37% desde el 2018- que hace que el riesgo en esa ecuación sea tan alto que opaque las posibilidades de alquiler.

Para solucionar este problema, la clave está en la oferta. Cuando hay más propiedades en el mercado, existe más variedad y, por tanto, propiedades que se ajustan a las necesidades de cada familia. “The higher the supply, the lower the price”. A día de hoy, no hay oferta porque la vivienda representa para las familias su hucha o su único bien. Ahí radica el miedo a no ofertarlo… Un panorama y contexto hostil que puede hacerles perder aquello a lo que llevan contribuyendo toda una vida.

Si tuviéramos que identificar un factor común sobre estos dos líderes durante su mandato sería que ambos “disparan”. Pero, ¿qué es lo que disparan? Massa disparó los precios al reducir la oferta mediante su Ley de Arrendamiento, mientras que Milei disparó la oferta y redujo el precio vía un Decreto que eliminó obstáculos y permitió que ambos agentes (arrendador y arrendatario) negociaran las condiciones libremente. Un factor común con resultados diametralmente opuestos.

Al compararlo con Sánchez vemos como tampoco está en una posición muy diferente a la de Massa. Con las medidas de este Gobierno, el desequilibrio entre la oferta y la demanda está previsto en un 5% interanual según el informe de Fotocasa. Y si atendemos a lo dicho en el informe de Idealista viene a decir que La Ley de Vivienda no cumplido los objetivos previstos por el Gobierno sino que ha tenido el efecto contrario “pretendía solucionar el problema del alquiler y ha llevado los precios a máximos históricos. La nueva regulación ha hundido la oferta” (sic). Misma ideología, mismas medidas y, como no podía ser de otra manera, mismas consecuencias. Se crea un círculo vicioso donde el ahorro queda vedado, ya que se destina al incremento del alquiler.

Cuando el Estado, bajo el dogma de actuar en tu protección, se entromete en la vida privada de las personas, no hace más que empeorarla y complicarla.

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