El lunes en Salamanca, Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular (PP), clausuró el acto de firma del acuerdo ‘Por una EBAU común’. Este acuerdo fue firmado por los presidentes de las comunidades autónomas gobernadas por el PP. Feijóo afirmó que lidera al “único partido de Estado que queda”. Pilar Orozco, la consejera de Educación de Ceuta, también asistió al evento.
Feijóo habló después de los discursos de los presidentes autonómicos de la Comunidad de Madrid, Islas Baleares, Aragón, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Andalucía y Castilla y León. Estos discursos fueron precedidos por la bienvenida del alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, y las palabras de Ester Muñoz, la vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP.
Feijóo enfatizó que el modelo autonómico del partido es un “modelo de igualdad de los españoles, de cooperación y solidaridad en todos los asuntos”. Añadió que quien quiera romper este modelo va en contra de nuestras instituciones y de los intereses generales de una nación. Según él, la financiación autonómica “debe garantizar la igualdad de trato”. Concluyó diciendo: “Fomentar la diferencia es condenar al fracaso del sistema”. Finalmente, expresó su orgullo por liderar un partido de Estado que piensa más en el interés de todos que en el del propio partido.
Antes de las palabras de Feijóo, el alcalde de Salamanca recordó que en la ciudad “Sánchez no rasca bola y le dejamos fundido elección tras elección”. También recordó que una EBAU común defiende dos señas de identidad del partido: “La igualdad y la justicia”.
Antes de los discursos políticos, Óscar Clavelm, el secretario de Educación del PP, moderó un coloquio entre Julita Corral, una profesora del IES Venancio Blanco, y Vera García Delgado, una estudiante de este mismo instituto que este año se ha presentado a la EBAU.
Ambas lamentaron que muchos alumnos y compañeros han sentido “impotencia y frustración porque sabían que a pesar de su esfuerzo no iban a lograr” su objetivo de acceder al Grado deseado. Vera García, que sí accederá al Grado de Fisioterapia como pretendía, recordó este hecho.
Corral señaló que “Es una zozobra de las familias y el profesorado porque no saben si van a poder acceder a las titulaciones que quieren y piensan que si hubieran hecho este ejercicio en otro territorio nacional hubiera podido acceder o tener una mejor nota”.
Ambas defendieron la necesidad de una EBAU común, “que garantice la igualdad y el rigor” y evite suspicacias. Argumentaron que al “homologar los criterios y la estructura de la prueba, será un instrumento de cohesión social entre todos”.
Esther Muñoz, la vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP, felicitó a Feijóo por esta “nueva página” que se abre en la política del país y “que lleva tu firma, presidente”, le dijo.
Después de la apertura del acto, llegó el turno de los presidentes de las comunidades autónomas gobernadas por el PP. Comenzó Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, quien aseguró que desde el partido entienden “la educación como entendemos Madrid: a la altura de los tiempos y al servicio de España”.
La idea común de todos los presidentes del PP fue defender este acuerdo “en beneficio de unos de los colectivos más importantes de este país, los jóvenes, para que puedan competir en igualdad de condiciones”, como aseguró Marga Prohens, la presidenta de Islas Baleares.
Jorge Azcón, el presidente de Aragón, señaló en su discurso que “si todo el mundo entiende que haya un criterio común con el MIR, cómo no hacemos lo mismo con nuestros jóvenes”.
Carlos Mazón, el president de la Generalitat Valenciana, defendió la identidad de las comunidades autónomas del PP, que no “alientan desigualdades”, sino que son “singulares y generosas con el resto”. Fernando López Miras, el presidente de la Región de Murcia, añadió que con este acuerdo “reforzamos la igualdad de nuestros jóvenes y les damos a todos las mismas oportunidades”.
Juanma Moreno, el presidente de Andalucía, y Alfonso Fernández Mañueco, el de Castilla y León, fueron los últimos en intervenir. Ambos criticaron al Gobierno central, asegurando que en España “al único que se le escucha y se atiende a sus demandas es a Puigdemont y a éste los asuntos de Estado le importan poco”, como apuntó Bonilla.
Mañueco concluyó que este tipo de acciones llevadas a cabo por el Partido Popular son una “alternativa al empobrecimiento educativo que lidera con deshonor el presidente Sánchez”.
