Audacia o delirio: una propuesta para hacer de Ceuta y Melilla una sola comunidad autónoma

Los promotores del proyecto defienden que esta vía permitiría superar las limitaciones que actualmente condicionan el autogobierno de las dos ciudades 
Sedes de las asamblea de Ceuta y Melilla
photo_camera Sedes de las asamblea de Ceuta y Melilla

El debate sobre el alcance del autogobierno de Ceuta y su estatus legal no ha dejado de estar presente en la escena pública a lo largo de todos estos años. Las iniciativas dirigidas a promover una reforma estatutaria no han sido pocas, al igual que las demandas de propiciar la transición de ciudad a comunidad autónoma, estas animadas por las formaciones más a la izquierda del espectro político.

La Asamblea desestimaba el pasado 28 de septiembre una propuesta de Ceuta Ya! para la creación de una comisión encargada de estudiar la reforma del Estatuto de Autonomía. Los de Mohamed Mustafa planteaban su iniciativa como una alternativa a la conversión en comunidad autónoma,  una vía que PP y PSOE no parecían dispuestos a transitar.

Los populares, renuentes siempre a participar de la reivindicación de convertir Ceuta en comunidad autónoma, abrieron una puerta al autonomismo más «radical» en 2022, aunque solo como mera hipótesis aplicable exclusivamente en un escenario de extrema necesidad. El presidente de la Ciudad y del PP, Juan Vivas, con la mente puesta en la crisis migratoria de 2021, no dudó en asegurar: «Si por cualquier resolución inapelable, se llegara a la conclusión de que no somos lo que creemos que somos, entonces, en ese caso, considero que, de manera consensuada, debería activarse la previsión contenida en la Disposición Transitoria Quinta de la Constitución al objeto de acceder al rango de Comunidad Autónoma».

Más allá de los debates más convencionales en torno a las formas de autogobierno para la ciudad, existe, sin embargo, una propuesta que, delirio para unos, hallazgo providencial para otros, ha tenido varios defensores a lo largo de los últimos tiempos. La idea, resucitada esta semana por quien fuera el primer presidente de la Ciudad de Melilla, el ceutí Ignacio Velázquez,  no es otra que la de convertir Ceuta y Melilla en una sola comunidad autónoma. Con independencia de cuál sea la viabilidad del planteamiento y el peso de las objeciones que se le pueden oponer, nadie puede negar su audacia y capacidad de provocación.

Durante el acto de presentación de un libro, Velázquez defendió esta semana la idea de crear una sola comunidad autónoma integrada por las dos ciudades en la que una de ellas sería sede de la Asamblea y la otra, del Gobierno. La propuesta no es nueva. El propio expresidente recordaba que él mismo la había venido defendiendo desde 1991.

Velázquez no ve obstáculos insalvables para ejecutar este singular proyecto autonomista. A su juicio, la distancia que separa las dos ciudades no sería un impedimento. «Aunque hay 700 kilómetros de distancia entre Ceuta y Melilla, también existen distancias comparables entre las islas en Canarias y Baleares», argumentó

Según el expresidente, esta sería una salida para superar las limitaciones que, según subrayó, impuso al autogobierno de las dos ciudades la sentencia dictada en noviembre de 2019 por el Tribunal Supremo. Aquella resolución  establecía que el Gobierno de Ceuta carecía de competencias para designar a personas que no hubiesen sido elegidas en las urnas como consejeros o viceconsejeros. Esta sentencia dejó a las ciudades autónomas con un estatus que, en la práctica, las equipara a un ayuntamiento, insistió Velázquez.

La idea de una comunidad autónoma ceutí-melillense era resucitada en noviembre de 2022 por el líder de Coalición por Melilla, Mustafá Aberchán. El político melillense pretendía con su propuesta reactivar el debate en torno a la configuración jurídica de las dos ciudades autónomas, excepcionalidades en el marco de la organización territorial del Estado. Los hechos posteriores, con el ingreso en prisión de Aberchán y varios de los dirigentes de la formación por fraude electoral mediante la compra de votos, sumió en el descrédito a los promotores de la iniciativa.

La osada propuesta defendida por Velázquez y Aberchán no ha encontrado muchos seguidores en Ceuta. «Nosotros estamos a lo que estamos y en lo que estamos es en activar el Plan Estratégico y en que se ultime el Plan Estratégico de Seguridad», sostenía en noviembre de 2022 el portavoz del Gobierno ceutí, Alberto Gaitán, preguntado por su parecer acerca de la sugerencia del líder de Coalición por Melilla.