Los paseos por los montes de Ceuta revelan, en ocasiones, la falta de civismo de algunos ciudadanos que no hacen precisamente alardes de su preocupación por la conservación de nuestro entorno. Los paseantes que estos días se han aventurado por la pista La Peque, un sendero un próximo al acuartelamiento García Aldave, han debido sorprenderse con la insólita escena que componen dos motos acuáticas perfectamente estacionadas bajo los árboles.
Los vehículos, en precario estado y desprovistos de sus motores y matrículas, han sido abandonados sin el menor miramiento en pleno monte. La educación medioambiental no ha llegado todavía a todo el mundo, a lo que parece.