Lo había advertido el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) a través de un comunicado y este viernes lo confirma el Boletín Oficial de Ceuta (BOCCE). Para la Consejería de Fomento, la Bahía Sur de Ceuta termina en el Chorrillo. Al menos así lo viene a demostrar el encargo publicado en el tablón, por el que se ordena a Tragsa -a dedo, al ser una empresa con participación pública- redactar el proyecto y hacer los trámites ambientales para una actuación de rehabilitación del espacio litoral.
La encomienda, que lleva el título 'Redacción del proyecto de mejora del litoral de la Bahía sur de la Ciudad Autónoma de Ceuta", ya fue mencionada por el titular de Fomento y portavoz municipal, Alejandro Ramírez, en su comparecencia tras el Consejo de Gobierno de este pasado martes. Sin embargo, entonces, se habló de una reforma integral de esa franja costera.
No lo hace así la publicación del BOCCE, como tampoco debe hacerlo el anexo detallado si hay queja por parte del MDyC. "El objeto del encargo, consiste en el estudio y aportación de iniciativas de actuación para la mejora del litoral de la bahía sur de la Ciudad Autónoma de Ceuta, en particular de las playas urbanas conocidas como La Ribera y El Chorrillo, con la finalidad de buscar unir los aspectos sociales, económicos y medioambientales que consigan potenciar el desarrollo de la ciudad de Ceuta sin comprometer la integridad de los ecosistemas costeros", reza el encargo a Tragsa.
De esta forma parecen quedar fuera de la actuación los metros restantes hasta llegar al Tarajal, en los que también hay playas como la que comparte nombre con el paso fronterizo o La Almadraba.
Cabe destacar que esta fase inicial costará 358.000 euros e incluye no solo la redacción del proyecto, sino también la realización de los trámites ambientales preceptivos. El plan, que se alargará al menos tres años, incluye el aporte de arena y materiales de "calidad adecuada", la reconstrucción y mejora de los espigones existentes y el adelantamiento del paseo peatonal.
La gestión de Fomento en los arenales ceutíes ha sido ampliamente cuestionada en los últimos meses, tanto por la demora en la instalación de las redes anti-medusa, como en el adecentamiento de los espacios y en las obras de accesibilidad.
