La inmigración irregular es algo más que frías cifras, es un drama que deja rotas a cientos de familias que pierden a sus seres queridos.
Hamza Aknouch, un joven de 21 años, ha desaparecido. Su familia, desconsolada y desesperada, busca respuestas en cada rincón de su hogar, en cada llamada telefónica. La noticia ha corrido como la pólvora por las calles Fez, ciudad natal del joven.
El pasado jueves, Hamza y un grupo de amigos decidió desafiar al destino y cruzar a nado desde Castillejos. Su objetivo: llegar a Ceuta, en busca de un futuro mejor, lleno de oportunidades. Sin embargo, el sueño de una nueva vida se ha convertido en una pesadilla para la familia cuando Hamza no regresó a casa y de quien no tiene noticias.
La travesía, que comenzó en las playas de Castillejos, la más cercana a al frontera con Ceuta, para intentar intentar bordear el espigón del Tarajal. Pero esa ruta se ha convertido en una travesía una misión casi suicida para muchos de los que intentan llegar a España.
La familia de Hamza, al enterarse de la desaparición, se sintió desolada. Ellos, como muchos otros padres, habían creído que su hijo estaba a salvo, con los amigos. Desconocían por completo las intenciones de Hamza de cruzar a nado.
La desesperación los ha llevado a buscar ayuda en los medios de comunicación de Ceuta. La familia de Hamza suplica a cualquier persona que tenga alguna información sobre su paradero que se se ponga en contacto con Ceuta Actualidad.
Mientras tanto, en Fez, la esperanza de encontrar a Hamza no se desvanece, aunque la familia, sumida en un profundo dolor, continúa buscando respuestas.
El "sueño europeo" y la influencia del entorno social, son fundamentales para entender por qué jóvenes como Hamza se ven atraídos a cruzar el Estrecho.
