Atraer a participar en Ceuta en diversos foros y jornadas a importantes y cualificadas personalidades de diversos ámbitos económicos como sucede esta semana con el II Foro Económico organizado por la Cámara de Comercio de la mano de El Español y la Ciudad Autónoma supone abrir, en ocasiones una ventana al futuro. Y sí, en ese futuro hay gente, personas, inteligencias humanas ayudándose de las artificiales, que han pensado en solucionar uno de los problemas más cotidianos de nuestro tiempo. Ese que nos mantiene caminando de forma casi constante por un abismo sin saber si quiera el tortazo al que nos estamos exponiendo. Pero que la mayoría sólo percibe a través de ese resorte tan humano, tan innato, que alguien hace muchos años puso ya al nivel del sapiens, somos inteligentes, pero también sex y ludus. Lo adivinó: pocas cosas más soberanamente aburridas en nuestra vida que tener que recordar decenas de contraseñas, que tener que insertarlas casi a cada paso de nuestra interacción en la vida digital. Su fin está cerca. ¡Celebrémoslo! Lo ha anunciado el CEO de una de esas multinacionales que nadie conoce a la hora del pintxo, pero que es imprescindible para quienes mueven los hilos en la red, Gorka Jiménez, CEO de Var Group en España.
La conversación programada comenzó con una pregunta “no sé si freak” se disculpaba el entrevistador, subdirector del Español, Arturo Criado. “¿Cuántos yos digitales tenemos?”. Todo guionizado. Miguita de pan a miguita de pan, se llegó a que en 2027, para cuando se haya pasado el sofocón de atragantarse con las próximas uvas ya casi estamos, habrá en el mundo 500 millones de usuarios de teléfonos móviles inteligentes que ya no usarán contraseña alguna y tendrán su identidad digital descentralizada.
Esto será así gracias a la tecnología de la cadena de bloques, el famoso blockchain, que sirve para especular con bitcoins, pero también para estas otras cosas. Y se entiende aunque Jiménez no lo chulee a la sala, que es en lo que trabajan en Var Group ahora mismo, que es lo próximo que ofrecerán a sus clientes en su portafolio de servicios.
¿Qué significa todo esto además de poner fin a libretas escondidas debajo del colchón con las contraseñas de nuestros más oscuros tesoros en el caso de “los seniors” o de dejar de caminar saltando por internet exponiendo hasta nuestra alma sin ser conscientes en el caso de los nativos digitales? Significa justo eso, que seremos dueños de nuestros datos y de nuestra identidad digital y que no estará diseminada en 25 empresas, desde la que nos proporciona el correo electrónico, nuestro o nuestros bancos, las 4 redes sociales que el “nivel usuario” ya explota y usa hoy en día, aunque siga habiendo gente que es fiel a un solo bar, la plataforma de telefonía, la de streaming musical, la del streaming audiovisual, la de las tiendas on line que más solamos gastar y usar… siga cada cual.
“Hay tantos yos como interacciones hacemos en el mundo digital”, fue la respuesta resumida de Jiménez.
La herramienta en cuestión acabará con todo eso y descentralizará nuestra identidad gracias a esa tecnología. “Una identidad digital descentralizada nos puede ayudar a tener una autosoberanía de nuestros datos. Cuando yo me inscribo para hacer una compra, si luego recibo centenares y centenares de publicidades y digo no quiero comprar más, quiero darme de baja, es un drama. Lo es porque no eres soberano de tus datos. Ya no necesitarías contraseña, sino que esa identidad descentralizada te lo facilitaría y las contraseñas pasarían a la historia”, ha explicado Jiménez.
Y esto es un rollo del tipo peli de ciencia ficción o es real. “Ya hay gobiernos que están trabajando para evitar todo este tipo de contraseñas en los accesos a sus plataformas digitales para realizar trámites, pero también empresas de finanzas”, ha seguido Jiménez.
Un dato de consultora importantísima en estas cosas: en 2025 sólo un 10 por ciento de identidades descentralizadas en el mundo. En 2026, el 50 por ciento de los empleados y el 20 por ciento de sus clientes tendrán sus accesos por identidades digitales descentralizadas. En 2027, serán 500 millones de usuarios de smartphones los que accedan a todos esos sitios sin contraseña usando esta tecnología.
Jiménez ha humanizado todo esto de la tecnología y ahí ha demostrado sus enormes dotes para explicar fácil lo que es difícil o si no, ya estaría inventado. Todo esto es una cuestión en realidad de ciberseguridad. Y se trata de solucionar problemas, pero haciéndolo poniendo el corazón en el centro, la persona. Cada vez que pones un identificador y una contraseña para acceder a algo eres tú, una persona y se trata de protegerte a ti, no a tus datos. Sino directamente a ti, a tu corazón, a tu persona.
Se dice identidad descentralizada porque tus datos de identificación y de autenticación y tus contraseñas dejarían de estar diseminadas en decenas de empresas y servicios para estar sólo en tu poder, en tu teléfono móvil, en tu billetera digital o en tu herramienta la que sea. Serían además tuyos y sólo tuyos.
Ahora, hoy, existen riesgos que los más jóvenes no perciben y los más veteranos sí. Rendijas por las que se cuelan los malos, malísimos hackers, y esa rendija siempre está en que descifren tus contraseñas, por ejemplo, las de tu banco. Por mucha doble autenticación que exista, el riesgo es real, pasa, casi a diario. Pregunte en cualquier comisaría.
¿Esta nueva forma de identificarse y autenticarse evitaría extinguiría a los piratas y los robos de identidad que acaban con transferencias de cuentas sagradas a cuentas en Rusia? “No al cien por cien, pero sí al 98 por ciento. Tendrían que robarte el móvil y si has puesto acceso con tus rasgos biométricos, tendrían que robarte tus rasgos biométricos”, ha explicado Jiménez.
Por si fuera ya poca cosa la buena nueva que ha traído Jiménez a la jornada, al final se ha desecho en elogios a la Ciudad y la estrategia digital que llevan de la mano de la Cámara.
"Quisiera dar un apunte de algo que quiero decir públicamente como CEO de Var Group. ME parece que sí que es una opción estratégica y real apostar por Ceuta porque tiene tres puntos que cuando salimos al mundo es difícil encontrar: Los beneficios fiscales. Lo tienen en otras partes, pero Ceuta también. Las ganas por construir modelos de innovación nuevos que no sólo miren a Ceuta sino de Ceuta al mundo. Y el apoyo institucional que desde el Gobierno de la Ciudad y la Cámara dais constantemente, porque pasáis a emocionar, no vais a pedir", ha dicho.
