Por un puesto en la final, se veían las caras las selecciones de España y Marruecos en el Stage Orange Velodrome de Marsella. Marruecos no era un equipo fácil. Empezando por Achraf Hakimi, que estuvo precisamente en ese duelo del Mundial y es el gran líder de la selección marroquí, que tiene como viejos conocidos a Abde e Ilias Akomach y para los ceutíes, el guardameta Munir, con pasado caballa en las filas del Goyu Ryu.
Los de Santi Denia, ante un ambiente totalmente hostil con mayoría de marroquíes en las gradas, no estuvieron cómodos en campo durante muchos minutos. Son grandes regateadores y sin jugadores contundentes de banda, se veían superados una y otra vez por el combinado de Marruecos y en el centro del campo, sumaron demasiadas pérdidas.
La primera clara ocasión de gol de los españoles llegó pasado el cuarto de hora. En el 21, Fermín desde muy lejos, intentó sorprender a Munir, pero el portero de Marruecos se lució con un paradón tremendo para evitar el primer tanto de España.
A la media, Richardson recibía una falta de Pablo Barrios en el área, y el VAR decretó la pena máxima que transformó Rahimi engañando al meta español y con escasa deportividad le dedicaba la celebración con un bailecito. Tocaba remar en contra.
Ya en la segunda parte, en el 66, Fermín, más vivo que nadie en el área, ganó un balón muerto tras intentar driblar Bernabé y se marchó con el control y con la zurda batía a Munir.
Marruecos intentó reaccionar y pese a no venirse abajo tras el empate de España, no consiguió inquietar la portería española y sería Juanju quien diera un vuelco al partido.
En el momento clave para marcar., en el 85, Sergio Gómez evitaba que un balón se marchara del campo y jugando con Fermín y este veía como llegaba Juanlu que la cruzó lejos del alcance de Munir. Y tras siete minutos de tiempo extra, y un espontáneo que saltó al terreno de juego, España se metía en la final del torneo olímpico de fútbol.
