Vivir plenamente, con el síndrome de Asperger

Una jornada de trabajo, en la biblioteca 'Adolfo Suárez' fue el acto central en el Día Mundial del Síndrome de Asperger con el foco centrado en los testimonios de los afectados y sus familias

Juan Muñoz, junto a una de las psicólogas de la asociación
photo_camera Juan Muñoz, junto a una de las psicólogas de la asociación

Muchas personas descubrieron el síndrome de Asperger (AS) a través del carismático personaje Sheldon Cooper, de la serie televisiva The Big Bang Theory. Este trastorno del desarrollo se caracteriza porque el paciente manifiesta intereses limitados o una preocupación inusual y obsesiva con un objeto o un tema en particular, llegando a excluir otras actividades y temas de conversación. Quienes lo padecen suelen tener una inteligencia normal o ligeramente por encima de la media, pero muestran rutinas o rituales repetitivos, así como una tendencia a hablar de manera demasiado formal o monótona y a interpretar figuras retóricas e ironías de manera literal. 
En ocasiones, su lenguaje corporal es inexistente y pueden exhibir un comportamiento social y emocional inadecuado y se muestran incapaces de interactuar con éxito con los demás. La torpeza física y la ausencia de empatía hacia los demás son otros rasgos característicos de la enfermedad, que se suele diagnosticar en edad escolar.

Para visibilizar este trastorno en el Día mundial del Asperger, se llevó a cabo una jornada de trabajo, en la Biblioteca Pública del Estado Adolfo Suárez, en torno al Asperger. Al acto, asistieron personas afectadas por este síndrome y sus familiares, que dieron, en primera persona, sus testimonios, dando visibilidad a un trastorno del espectro autista (que no es una enfermedad) que afecta a tres de cada diez personas y que va en aumento. 

Albarae, durante la lectura del manifiesto
Albarae, durante la lectura del manifiesto

En una mesa redonda (encabezada por el presidente de la Asociación en Ceuta, Juan José Muñoz Prados y las dos psicólogas de la misma, Macarena López y Celia Alarcón) y la posterior charla coloquio, las personas afectadas y sus familiares intercambiaron experiencias. Muñoz Prados destacó la importancia de las rutinas para las personas afectadas por el Asperger, algo que deben tener en cuenta quienes tratan a las personas afectadas por este síndrome. La asociación demanda, a la administración, más y mejor formación, en múltiples aspectos (desde la sanidad, en atención primaria, como en el ámbito educativo) para evitar el acoso que sufren los afectados. Los asistentes lamentaron el retroceso que han sufrido al suspenderse las terapias grupales a causa de la Covid19.

Como colofón, se leyó un manifiesto reivindicativo en el que destaca que el Asperger no es por tanto una enfermedad mental ni una discapacidad intelectual y como leyó Albarae "no encaja en las categorías establecidas en la provisión de apoyos para las personas con discapacidad, limitando así muy a menudo el acceso a derechos fundamentales como el derecho a un diagnóstico, el reconocimiento oficial de su discapacidad y dependencia, la inclusión laboral en el ámbito público y privado, y el acceso a medidas de apoyo en el ámbito educativo, entre otros".