4 CULTURAS, 4 MUNDOS POR DESCUBRIR

Ceuta, ejemplo de convivencia

La Semana Mundial de la Armonía Interconfesional entre todas las religiones, confesiones y creencias es un evento anual que, desde 2011, se celebra la primera semana de febrero. 

4 culturas
photo_camera En la imagen los cuatro edificios característicos de las culturas que conviven en la ciudad /A.S. /S.M.

La Semana Mundial de la Armonía Interconfesional entre todas las religiones, confesiones y creencias es un evento anual que, desde 2011, se celebra la primera semana de febrero. 

Con la observación de esta semana, se quiere poner de relieve la necesidad "imperiosa" de que las distintas confesiones y religiones dialoguen para que aumente la compresión mutua, la armonía y la cooperación entre las personas.

Ceuta es un claro ejemplo de este tipo de convivencia. A lo largo de toda su historia, han sido muchos los pueblos que se han asentado en esta ciudad. Desde hace más de dos mil años, Ceuta ha sido un puerto de especial importancia estratégica en el comercio por el Mediterráneo, lo que ha atraído un sinfín de culturas: Cartagineses, Romanos, Griegos, Turcos, Tunecinos, o Árabes que han convivido en distintas épocas dibujando así un mapa de variedad cultural y racial caracterizado siempre por el respeto y la convivencia pacífica. 

Un hecho que afortunadamente se repite en la actualidad. Ceuta se caracteriza por la unión de cuatro culturas que viven en perfecta armonía: cristiana, musulmana, hebrea e hindú. 

Una realidad que refrendan los representantes de estas culturas en la ciudad. El presidente de la Comunidad Israelita, León Bentotila califica con notable la convivencia existente, a día de hoy, entre las religiones, cada una con sus costumbres y sus ideales. Bentolila pone un ejemplo de su vida diaria, "yo desayuno todos los días con musulmanes y le tengo alquilada una vivienda a una persona que profesa esta religión", argumenta.

El presidente de la Comunidad Israelita no cree que los conflictos externos existentes entre diferentes culturas afecten a la convivencia de la ciudad que "siempre ha sido un ejemplo a seguir", expone. "Cada persona se preocupa de sus cosas, de sus problemas y quehaceres diarios como para estar pensando en si somos diferentes o en enfrentamientos entre unos y otros". 

 

Premio convivencia

En el año 1998, el Pleno de la Asamblea de la Ciudad y por unanimidad de todos sus miembros decidió crear el Premio Convivencia Ciudad Autónoma de Ceuta y, para su gestión la Fundación que lleva su nombre.

Este premio internacional está materializado en una escultura de Elena Álvarez Laverón y cuenta con una dotación económica de treinta mil euros para premiar a "una persona o Institución de cualquier país, cuya labor haya contribuido de forma relevante y ejemplar a mejorar las relaciones humanas, fomentando los valores de justicia, fraternidad, paz, libertad, acceso a la cultura e igualdad entre los hombres".

En 1999 Adolfo Suárez recibió el primer galardón. Al año siguiente los agraciados fueron los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca. En 2001, Mensajeros de la Paz y en 2002 a Dominique Lapierre, primer ciudadano extranjero distinguido con este premio y a nivel local, el comandante Fernando López de Olmedo y Gómez.

En 2003 la escultura recayó en el pueblo de El Salvador y Cáritas de Los Remedios; en 2004, para Madrid por los atentados y en 2005 a la Asociación Víctimas del Terrorismo.

Siete años después de su creación, el premiado fue el doctor Muhammad Yunus, conocido como el "banquero de los pobres". En 2007 el premio fue a parar al músico Daniel Barenbiom; en 2008 a la Fundación Miguel Gil Moreno: en 2009 para el científico e investigador hispano-colombiano Manuel Elkin Patarroyo y en 2010 para la logopeda sudafricana Helen Lieberman.

A la oenegé "Sonrisas de Bombay" se le reconoció su lucha contra la pobreza en 2011 y en 2013 el galardonado fue el escritor Mario Vargas Llosa.

El último Premio Convivencia lo recibió la niña pakistaní, Malala Yousafzai, Premio Novel de la Paz.