Caín Sánchez y Abel Díaz Ayuso, de la exégesis del mal al camino de la libertad

En el tablero de ajedrez de la política, a veces se mueven piezas que parecen más propias de una partida de damas. Un hombre sin escrúpulos, pomposo y orgulloso de su ignorancia, es una de esas piezas…Artículo remitido por Think Tank Hispania 1188
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En los últimos años nos hemos acostumbrado a que un hombre sin escrúpulos, pomposo, orgulloso de su ignorancia, carente de talento y talante pero lleno de tanta osadía como de vanidad fútil y fatua intente siempre dar una vuelta de tuerca a la maldad de una mente enferma de poder y de carencia de todo vestigio del bien.

Un individuo cuyo bagaje son terroristas, golpistas, maletas aerovenezolanas, vacunas por doquier a precios de tómbola de feria, mascarillas de Mortadelo y Filemón más caras que el Titanic, asaltos a la justicia ya de por si politizada, toma de cualquier herramienta de poder para fabricar una pedrocracia en la actual chusmocracia que ya existe

Pero en cualquier buena película el malvado cainesco dispuesto a entregar a su hermano por una quijada de burro, un plato de lentejas o un tribunal prostucional siempre encuentra un alter ego que tiene el valor de desafiar su maldad innata que no es mamada ya que esas características poseen mucho de genéticas (es como el que nace gilipollas de cuna).

Ese alter ego para más INRI es una mujer, una Reina de Castilla, una Diosa de la Libertad, palabra infame para un enfermo del poder por el poder aunque su necedad no le permita hacer grandes cosas con él.

Resulta paranoico la persecución del Pseudopresidente a la Presidente (sin el sufijo ente la palabra carece de significado alguno) desde la etapa Covid...pasando por el fiscal general (¿de quién depende la fiscalía? Pues eso....toda una declaración de puercas intenciones) que difunde datos privados de la Agencia Tributaria simplemente por ser de una persona que tiene relación con Doña Isabel Natividad Díaz Ayuso.

No entraré en sí la pareja de Isabel Díaz Ayuso cometió un delito o no lo hizo (somos Paleolibertarios Anarcocapitalistas y Anarcoliberales y lo que llaman Hacienda Pública para nosotros son los Hermanos Dalton y la partida de Curro Jiménez) pues es posible que lo hiciese (para nosotros obviamente el delito es la forma de recaudar el estado) y que eso desde luego no resulta beneficioso para Isabel Díaz Ayuso, la auténtica cuestión es que nada de lo ocurrido tiene que ver con la gestión de la Presidente madrileña y además los hechos fueron anteriores a la relación, pero lo que resulta dantesco es que alguien piense que somos tan estúpidos para pensar que los hechos en que interviene Begoña Gómez no benefician a los que se sientan con ella y que además no se sienten con una mujer llamada Begoña sino con la mujer del Pseudopresidente del Gobierno, nadie es tan bobo para exonerar a Sánchez de todo conocimiento, como en el casi de la situación extravagante de su hermano que no es desde luego por jugar al tenis con Julio Iglesias ni por la colección de CDs de Michael Jackson. 

En Sánchez hay un Caín lleno de odio por esa morena deseada por la derecha y que desearía poder tener la izquierda, Sánchez pensando en cocinar a Isabel se relame más que Hannibal Lecter, su auténtico problema es que el halo de libertad y prosperidad de la Diosa Madrileña es como el escudo protector de fuerza de las naves de Star Wars o Star Trek y no logra más que perder todos los pulsos 

Cuanto más odie Sánchez a Isabel más la convierte en el referente de la derecha sin complejos, Isabel irá a Florida, recibirá al genio Javier Milei o ira a visitar a Lagarde, su gestión sólo piensa en mejorar las condiciones de la Comunidad Autónoma de Madrid y de largo, de muy largo que lo logra una vez tras otra, Sánchez por su parte sólo puede ofrecer a odiadores cainescos como Otegi, Puigdemont o Junqueras.

Isabel es un personaje para medirla con Milei, Bukele, Meloni o Thatcher, Sánchez sólo puede ser recordado como un Fernando VII sin trono y que más parece súbdito de Mohamed VI que de Felipe VI 

Después de todo Abel buscaba el bien y lo lograba y Caín sólo logró ser un cabronazo envidioso corroído por su fracaso.

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