Este vecino de Antequera tuvo un dolor de cabeza el pasado 11 de enero a las 10.30 horas de la mañana.Se le hizo un registro de entrada y se le atendió en la consulta de triage, donde se le solicitaron varias pruebas y analíticas. Entonces fue mandado a la sala de espera, donde se olvidaron de su presencia, según la denuncia del Defensor del Paciente del pasado 15 de enero. Entre las 12.30 y las 13.00 horas, Ángel sufrió un ictus cerebral, «mientras permanecía en el centro sanitario, bajo supervisión médica». Ángel no daba señales de vida y su jefe se impacientó. A las 16.28 hora llamó a la hermana del enfermo para saber el estado del paciente. Sin embargo, la mujer no sabía nada y se dirigió a la casa de Ángel. Avisó al resto de hermanos de que estaba desaparecido.
Llamaron al hospital de Antequera a las 16.45 horas, donde le dijeron que el paciente estaba «prófugo». Los hermanos contactaron con una testigo que dijo que entre las 15.15 y las 15.30 horas estaba sentado en la sala de espera inmóvil, aparentemente «dormido». Otro testigo le sitúa en el mismo lugar «dormido»y «sin ningún tipo de asistencia médica o control sanitario». Ambas personas apuntaron a que un celador se llevó al paciente en silla de ruedas, tras cinco horas infartado en la sala de espera.