En un mundo donde la información fluye como un río caudaloso, la periodista ceutí Carmela Ríos se encuentra en medio de la corriente, luchando contra las olas de desinformación y la creciente marea de la inteligencia artificial. El ecosistema de información, según ella, está “tan viciado, caótico y sobreabundante” que parece más un mar embravecido que un río tranquilo.
Así lo ha expuesto la periodista ceutí durante su su acción formativa centrada en desinformación, periodismo y redes sociales bajo el título ‘Las técnicas y herramientas para enfrentar las tareas periodísticas y los flujos de desinformación en la era de la inteligencia artificial’. Una charla que forma parte de las iniciativas que, en el ámbito de la lucha contra la desinformación, está llevando a cabo la Fundación Luca de Tena en el marco del programa ‘Google News Initiative’ en universidades y asociaciones de profesionales de toda España.
Ríos ve dos amenazas principales en este paisaje turbulento: la desinformación y la inteligencia artificial. La desinformación es un camaleón, cambiando constantemente de forma y apariencia, haciéndose cada vez más difícil de detectar. La inteligencia artificial, por otro lado, es como un nuevo horizonte, un territorio desconocido que promete tanto peligros como oportunidades.
Pero la ceutí no es de las que se rinden fácilmente. En lugar de sucumbir al miedo y la incertidumbre, ve estas amenazas como oportunidades. Oportunidades para aprender, para adaptarse, para crecer. Cree que las redes sociales y la inteligencia artificial, a pesar de sus desafíos, pueden ser herramientas poderosas en la lucha contra la desinformación.
Sin embargo, también advierte sobre los peligros de la complacencia. Las redes sociales, dice, pueden ser un arma de doble filo. Mientras que pueden ser una fuente de información valiosa, también pueden ser una plataforma para la desinformación. Los ciudadanos, dice, deben ser conscientes de su papel en la propagación de la desinformación y asumir la responsabilidad de verificar la información antes de compartirla.
La inteligencia artificial, aunque prometedora, también tiene sus limitaciones. La periodista argumenta que, a pesar de su capacidad para generar contenido, la inteligencia artificial carece de la intuición, el criterio y la persistencia que son intrínsecos al proceso periodístico. No puede reemplazar el olfato de un periodista experimentado, la habilidad para oler una historia, para seguir una pista, para saber cuándo algo no cuadra.
En última instancia, Carmela aboga por un enfoque equilibrado. Aunque las nuevas tecnologías ofrecen herramientas valiosas, no deben reemplazar el pensamiento crítico y el juicio humano. Podemos tener un asistente, dice, pero no debemos ceder nuestra propia actividad intelectual.
Así, Carmela Ríos, armada con su pluma y su agudo juicio, continúa navegando por las aguas turbulentas del ecosistema de información, luchando contra la corriente de desinformación y explorando el nuevo horizonte de la inteligencia artificial. Y a través de su trabajo, nos recuerda a todos nosotros, los ciudadanos de este mundo digital, la importancia de mantenernos informados, de ser críticos y de nunca dejar de cuestionar. Porque, como dice Carmela, “en caso de duda, haz periodismo”.
