Las autoridades de Castillejos, con el apoyo de la fuerza pública, impidieron este miércoles el acceso de los ciudadanos a la playa más cercana a la frontera con Ceuta, alegando medidas de precaución relacionadas con la migración irregular hacia España. La playa, situada junto al paso fronterizo, fue rodeada por miembros de la fuerza pública, mientras que varios veraneantes al otro lado de la carretera observaban la situación y protestaban por la decisión de impedirles el ingreso. Las autoridades marroquíes justificaron su decisión citando la implementación de un plan de seguridad para evitar que los migrantes irregulares entren nadando en Ceuta, aprovechando la presencia de veraneantes en la playa.
Recientemente, las playas de Castillejos han sido escenario de repetidos intentos por parte de jóvenes y menores de edad de nadar hacia Ceuta. Algunos lograron cruzar, mientras que otros se perdieron en el mar.
Horas más tarde, ante la presión, las autoridades retiraron parte de sus efectivos y evacuaron la zona, que estaba equipada con vehículos que transportaban a cientos de unidades de intervención. Los manifestantes aprovecharon esta oportunidad para asaltar el puesto de control restante, custodiado por unas pocas fuerzas auxiliares que no habían recibido órdenes de impedir el avance de los veraneantes.
Desde la mañana, las autoridades rodearon la playa con un pequeño ejército de unidades de las Fuerzas Auxiliares y policías, mientras que los manifestantes se concentraron a un lado de la carretera principal que conduce a Ceuta. Una fuente en el lugar informó que “el número de personas reunidas fue de unas treinta, la mayoría de ellos niños” que querían nadar en la playa.
Esta no es la única playa que las autoridades han cerrado por temor a la migración irregular, y han ido eliminando gradualmente el acceso a todas las playas cercanas a la frontera.
La conocida playa de Castillejos, desde su límite norte con Ceuta, fue preparada este verano por las autoridades de la comunidad para los veraneantes, pero las autoridades regionales decidieron impedir el acceso después de que la gente acudiera durante algún tiempo. Estos desarrollos en torno a esta playa, atractiva para los lugareños, apuntan a un conflicto entre la autoridad y la comunidad sobre cómo gestionar el turismo durante el verano en esta ciudad, que ha estado estancada desde el cese de la actividad de porteo hace casi cuatro años.
El martes, las autoridades intentaron expulsar a los veraneantes de la playa, pero no lo lograron. Mientras tanto, anunciaron que la playa estaría cerrada a partir del miércoles. A pesar de ello, decenas de personas se abalanzaron sobre ella desde el mediodía.
Las autoridades regionales justifican su posición, según Al-Yaoum 24, implementando un plan de seguridad para evitar que los migrantes irregulares naden hacia el espigón del Tarajal, aprovechando la presencia de veraneantes en la playa. Sin embargo, la falta de movimiento en esta playa desde hace meses no ha impedido que más migrantes salgan de ella, que está custodiada por una unidad de fuerza auxiliar, sin mucha efectividad.
