El Nàstic apea al Ceuta de la final por el ascenso a Segunda (2-1)

Tras una primera parte decepcionante, el Ceuta lo intentó todo en la segunda mitad para doblegar al equipo catalán, pero el gol que debía forzar la prórroga no llegó

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La A.D. Ceuta ha sido apeada este domingo de la carrera hacia el ascenso a Segunda División. El equipo caballa no pudo doblegar al Nástic de Tarragona en su feudo. Tras una temporada notable, los blancos se quedan a las puertas de disputar la final que dará una plaza para jugar la próxima temporada en la Liga Hypermotion.

El «Nou Estadi Costa Daurada» recibía al equipo caballa con una afición local volcada con sus jugadores, intuyéndolos favoritos y sabedores de que un empate tras 120 minutos de juego, si es que se llegaba a la prórroga, daría a los tarraconenses el pase a la final. No fue necesario tirar de esa ventaja.

Los antecedentes no eran alentadores para los de José Juan Romero. El equipo catalán había acabado la temporada con cuatro victorias consecutivas como local y con solo dos derrotas en casa durante todo el curso. Los catalanes consiguieron sostener esta tendencia en el partido decisivo.

El partido no comenzó bien para los visitantes. La AD Ceuta se mantenía lejos de su potencial, sobre todo después de que mediada la primera parte Godoy consiguiera adelantar a los catalanes en el marcador. El jugador del Nàstic lograba bajar un balón dentro del área ceutí y finalizaba con un eficiente toque con el exterior de su bota derecha. A estas alturas del encuentro, los caballas comenzaban a sufrir bajo las acometidas de los locales.

 

Nàstic Ceuta

Muy poco del Ceuta durante el resto de la primera parte, que acabaría de la peor manera posible. En el tiempo de descuento, un cabezazo de Borja Martínez, que había entrado para sustituir al lesionado Gorostidi, hacía inútil la estirada de Pedro García. El 2 a 0 subía al marcador.

Inmediatamente después del gol, el árbitro reclamó al delegado de campo que comunicase un aviso por megafonía ante un incidente entre el banquillo visitante y un grupo de aficionados. Un enfrentamiento entre hinchas del Nàstic y del Ceuta forzaba a la Policía a establecer un cordón de separación entre ambas aficiones.

La segunda parte se inició con el lastre del holgado resultado que los locales habían conseguido labrarse en la primera mitad. Un Ceuta un tanto más voluntarioso siguió intentando revertir la situación, y el gol de Rodri en el 65 parecía ser el primer paso imprescindible. Un tanto que reactivó a los caballas, que por momentos parecían acorralar al Nàstic y al que, pocos minutos después, siguió un disparo al palo que bien pudo haber llevado el empate al marcador.

Mientras, el ánimo en las gradas se enardecía, incitado por una refriega en el campo entre jugadores de ambos equipos junto al banquillo local. Y sobre el césped, los blancos seguían acosando el área de los catalanes en busca del gol que les separaba de la prórroga. Lo que al descanso se antojaba un imposible, a cinco minutos del final parecía al alcance de la mano. Pero no pudo ser.

El sueño del ascenso tendrá que esperar una temporada más.