La pasada semana los y las ceutíes, sin distinciones, conmemoramos el Día Internacional contra la Violencia de Género, definiendo ésta como todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública o en la privada. Una conmemoración que recuerda el asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, tres mujeres que simbolizan la lucha y la resistencia contra la opresión.
Pese a las críticas provenientes de algunas formaciones políticas de izquierda y colectivos ideológicamente cercanos, no puede existir duda alguna respecto al compromiso del Partido Popular en la erradicación de la violencia de género con acciones concretas consensuadas incluidas en la Estrategia Nacional para la Erradicación de la Violencia contra la mujer. Entre otras, se han reforzados los controles sobre los agresores, se ha modificado el Código Penal ante esta lacra social tipificando nuevos delitos, todas las víctimas tienen derecho a asistencia jurídica gratuita, independientemente de su nivel económico, e intensificación de las campañas de concienciación.
Frente a las palabras vacías, hechos concretos dirigidos a facilitar la reinserción de las víctimas en las mejores circunstancias posibles en sociedad a través de medidas estratégicas puestas en marcha desde el año 2011 como, el incremento en la protección de las víctimas, incluyendo en el programa a los hijos de mujeres víctimas, notable incremento en el número de usuarias de ATEMPRO, el servicio de atención y protección de víctimas de violencia de género. Además, más víctimas han conseguido un contrato de trabajo bonificado, más mujeres perciben hoy la Renta Activa de Inserción y más ayudas para cambio de residencia. Sin ninguna duda, compromiso firme, contundente y concreto del Partido Popular frente a la violencia de género, aunque aún queda mucho camino por recorrer.