La Estación Marítima era este martes una fiesta. 62 residentes del Centro de Estancia Temporal llegaban temprano a las instalaciones portuarias para embarcar en un ferry que los traslade a la Península donde les espera una nueva vida, tras su paso por la ciudad.
El grupo de migrantes pertenece al programa de Atención Humanitaria y son procedentes de Argelia, Guinea y Sudán. Ahora serán acogidos en Andalucía.
Esta es la segunda salida extraordinaria que se produce del CETI en menos de 72 horas. La primera se llevó a cabo el sábado con el traslado de 46 personas a diferentes centros también de Andalucía.
El objetivo es descongestionar las instalaciones del Jaral que en pocas semanas se ha situado con una ocupación por encima de su capacidad máxima fijada en 512 residentes. La cifra ha llegado a superar los 600. Esto fue lo que provocó al Ministerio de Migraciones tomar la drástica decisión de cerrar las puertas del CETI y no permitir la entrada de ningún migrante. Una decisión que duró tan sólo unas horas ya que las personas que accedían desde Marruecos se iban aglutinando a las puertas del Centro.
Ahora está previsto que esta semana, probablemente el jueves, se produzca un nuevo traslado aún más numeroso.
La delegada del Gobierno, Cristina Pérez, se pronunció sobre este asunto y aseguró que ya se estaban tomando medidas para revertir esta situación.
Sobre el destino de los próximos residentes del CETI en abandonar Ceuta, Pérez era muy clara: “La realidad es la que es y ya nos gustaría que fuera otra”, en relación a la escasa o nula disposición de las comunidades gobernadas por el Partido Popular, así como la saturación que también sufren los centros de acogida de las comunidades más colaborativas en materia de solidaridad migratoria. “Se trabaja con quien tenga acogida para ellos”, puntualizaba Pérez.
Las entradas se siguen produciendo y el CETI deberá realizar más salidas si no quiere que se llegue a niveles de saturación.
