La Feria se caldea, estampas de la cuarta noche de parranda

Los cofrades y hermanos devotos de la jarana que no han perdido una función desde que el pasado lunes a eso de las 21.58 horas las autoridades oficiaran su ritual de pulso al botón para encender las fiestas patronales tenían un runrún en sus almas que a veces les sobresaltaba.

Atormentados se preguntaban en silencio si las economías familiares caballas habrían entrado en recesión o sería que se están perdiendo las buenas costumbres de honrar a la patrona con el paseíllo con paradas por el Real. Poco aforo en las tres primeras noches. Resuelta la duda, la noche del jueves. La peña se ha venido guardando para encarar la recta final de las fiestas con una hilera de días fuertes seguidos uno tras otro sin la obligación de comparecer en el trabajo (lo de trabajar conviene ponerlo en duda esta semana).

Y eso ya se dejó notar en la cuarta noche de Feria con calles atestadas, colas en las atracciones y casetas llenas. Era ‘juernes’. La previa a que se desparrame el personal en los días gordos que se suceden a velocidad de montaña rusa: viernes, sábado y domingo por delante. Eso sí, el de ayer era mal día para indiscreciones en el Real, mucho compañero de los medios matando el rato en esa otra hermandad de los micrófonos. Aunque se respeta la máxima de lo que pase en el Real, se quede en el Real, lo mismo que un ‘off the record’.