Con el propósito de trazar un camino definido hacia la sostenibilidad, la Ciudad y Obimasa están colaborando en la Estrategia de Educación Ambiental para la Sostenibilidad (ECEEAS 2030). Este es un plan ambicioso que tiene como objetivo mejorar la conciencia medioambiental de los ciudadanos y la gestión de residuos.
Después de un primer encuentro, con éxito de asistencia, la biblioteca del Morro ha acogido un taller, con el objetivo de intentar establecer relaciones entre las causas y los efectos de los problemas socioambientales a escala de Ceuta, que es parte de un planeta mucho más grande.
El enfoque es abordar el problema desde lo más pequeño hasta lo más grande, para construir el diagnóstico sobre el cual comenzar a trabajar con todos los actores involucrados en el problema, que también son parte de la solución.
José Gracia, de la empresa Surgencia, ganadora del contrato de Asistencia Técnica, ha esbozado las directrices de este proyecto. “La semana pasada tuvimos muchas conversaciones. Mucha gente nos mostró su interés y apoyo en la estrategia”, y se destacó la necesidad real de que Ceuta cuente con un documento de este tipo. “La estrategia que oriente lo que la ciudad debe hacer en materia de educación ambiental. A todos los niveles, a todas las escalas, con todos los públicos y desde muy diferentes ámbitos”, señala Gracia.
En el prediagnóstico, había poca representación del medio marino de Ceuta, una carencia que el coordinador de la Estrategia de Educación Ambiental para la Sostenibilidad conocía. “Entre las 8 entidades que entrevistamos para el prediagnóstico, ninguna era especialista en el medio marino. Lo sabíamos”, admitió, contento de poder avanzar en la elaboración de un documento que abarque tanto el “medio marítimo” como el “marino”. Estos “no son incompatibles aunque pueda parecer lo contrario”. De hecho, el objetivo del ECeEas y, en general, de la educación ambiental, es que exista un “equilibrio” entre la sociedad y el medio ambiente.
Lo explicó de una manera “políticamente incorrecta”: “La educación ambiental es egoísta”, entre comillas, puesto que “pretende asegurar la calidad de vida del ser humano priorizando la calidad de vida del hábitat”. “Nos falta tomar conciencia del sufrimiento que generan los impactos ambientales que algunos ya padecemos directamente y otros empezaremos a padecer”, advirtió.
La lucha comienza en cada ciudad, en cada región, con sus ciudadanos. “Nadie va a venir a proteger Ceuta” y “claro que hay que proteger el Amazonas, pero primero hay que proteger lo de aquí”, que forma parte de un planeta y un ecosistema mucho mayor en el que el océano -verdadero pulmón del mundo con sus praderas de posidonias- juega un papel fundamental.
Precisamente como ciudadano de Ceuta, Gracia ha elogiado la gestión de la Autoridad Portuaria y las Capitanías Marítimas, que en esta misma jornada han detectado y sancionado un vertido en una de las dársenas del Puerto. “Hay un control y hay un cumplimiento de la legislación vigente”, ha destacado, en contraposición a sus recuerdos de una infancia en Calamocarro en la que tenía que llevar aceite a la playa para poder limpiarse el alquitrán.
