Sucedió ayer por la tarde. Un adolescente cayó de las rocas de la playa de Juan XXIII y se produjo daños en el brazo y abdomen. Los jóvenes se encontraban jugando, inconscientes del riesgo que supone caminar o jugar por detrás de la balaustrada.
Una ambulancia se trasladó hasta el lugar donde resultó herido el joven que se encontraba con otros amigos. Fue atendido en la playa sin que las contusiones le causaran una herida más profunda.
No es la primera vez que se ven chicos de corta edad en las alturas de esta zona rocosa donde una caída puede ser fatal. Afortunadamente no en este caso.