Las casetas de la Feria: Tradición, sabor y quejas

LAS CAÑAS / Daniel Hernández

Las casetas de la Feria celebran con buen ambiente y mayor afluencia de público que el año pasado. Sin embargo, los "caseteros" expresan sus quejas sobre la organización y el ruido, buscando una solución para mejorar la experiencia de los visitantes en esta esperada festividad

 

La Feria de este año ha traído consigo un notable aumento en la afluencia de público y un ambiente festivo que promete intensificarse en el fin de semana. Entre las casetas más emblemáticas destacan la de la Casa de Estudios CE-70, El Bache y Los Sacarinas, cada una con su historia y tradición, pero todas compartiendo un objetivo común: ofrecer lo mejor a sus visitantes.

Las Cañas,  la caseta de la Casa de Estudios CE-70 Fundada en 1970 con el propósito de brindar oportunidades universitarias a los ceutíes, esta caseta es una de las más antiguas del ferial. Aunque no cuenta con 54 años de antigüedad, ha mantenido su esencia a través de cocina casera y buen servicio, con la ayuda de alumnos, padres, familiares y ex-alumnos. Este año, han incorporado clases de bachata y música en directo, logrando que la caseta esté siempre llena y manteniendo su éxito año tras año.

El Bache La caseta de la Asociación de la Comunidad Gitana lleva 30 años siendo parte integral de la feria. Este año, destacan por su lomo y su tradicional comida que "hace que los clientes se chupen los dedos". A pesar del buen ambiente, han manifestado su queja sobre la organización de las casetas y la música. La mezcla de tipos de casetas y la falta de control de sonido perturba el ambiente tranquilo que desean ofrecer a sus comensales, quienes buscan disfrutar de sevillanas y una cena familiar sin interferencias de música de alto volumen.

Los Sacarina's Dirigida por "El Negro", esta caseta veterana también cuenta con 30 años de presencia en la feria. Aunque han tenido bastante clientela en estos días, esperan un aumento significativo para el resto de las festividades que venga a disfrutar de su pata asada. Sus quejas se centran en la organización, señalando problemas con el acceso de vehículos con mercancías y la disposición de los servicios y casetas.

Estas quejas no empañan el buen ambiente y las ganas de disfrutar de las Fiestas Patronales, pero sí resaltan la necesidad de atención y mejoras en la organización para garantizar una experiencia óptima tanto para los "caseteros" como para los visitantes. La Feria sigue siendo un punto de encuentro, tradición y sabor, donde cada caseta aporta su toque único a esta celebración tan esperada por los ceutíes.