Este año se entretejen las diferentes religiones que cohabitan en Ceuta. Después de 31 años, cruzan sus caminos la Semana Santa y el Ramadán. Una mezcla, que no un choque, de culturas que enriquecen desde la fe hasta el paladar.
Potaje de vigilancia o harira, torrijas o chuparquia (chebbakia). Mucho donde elegir y muchas historias detrás, la repostería da para escribir más de un libro, como es el caso de Desirée Pérez Pozo, con un libro publicado de recetas, y a la que se puede seguir en su canal de Instagram.
Desireé ha dado una vuelta a las recetas tradicionales al objeto de hacerlas más saludables, y en el caso de las torrijas haciéndolas a la plancha, como si de una tostada francesa se tratara y substituyendo el azúcar para infusionar la leche por eritritol, “aunque las de hoy son sólo medio saludables” porque una vez hechas las espolvorea con azúcar y canela.
Desirée Pérez se metió de lleno en el mundo de la repostería saludable a raíz de la pandemia, “antes de eso hacía repostería creativa y pasé varios años haciéndola pero durante el confinamiento empecé a seguir perfiles de repostería saludable y demás. Y el siguiente paso fue meterse de lleno en harina y preparar un libro que salió publicado a primeros de este año. Una conversación en familia dio paso a un proyecto ilusionante, para el que contó con el apoyo incondicional de toda su familia y con el trabajo de su hermano Juanra, fotógrafo, que sin saber maquetar se lanzó de cabeza para conseguir que su hermana viera publicado su libro de recetas: mis caprichos saludables, con un precio de 19,90 €, y a la venta en Xocolat, Baharat, Papelería La Ribera y en Krispi.
Pero esto días no sólo de torrijas se alimenta el cuerpo y el alma. En la barriada del Mixto, Suly también inició un proyecto de emprendimiento. Es su caso, una pequeña tienda de repostería en el mercado de la barriada. En pleno mes sagrado del Ramadán, en sus vitrinas se pueden encontrar desde pasteles hasta panes, pero sin duda el producto estrella es la chuparquia. “Es lo que más se vende”.
Pero no es lo único. “Esta semana también se venden muy bien las torrijas, aunque desde que comenzó el Ramadán ya he vendido más de 50 kilos de chuparquia”. Un dulce que no hace distinción en el credo de quien lo consume, “lo compran por igual cristianos y musulmanes” asegura Suly porque como escribió el gran Juan Carlos Aragón en su pasodoble 'La Cruz', de la comparsa ‘Los mafiosos’: “ni en los derechos humanos se explica la diferencia entre mezquita e iglesia; o entre moros y cristianos” y se podría añadir “o entre chuparquia y torrijas”.