La Casa de Ceuta en Melilla festeja la Virgen del Carmen

«Si algo nos gusta en Ceuta es mirar hacia al mar y enorgullecernos de nuestra amplia tradición marinera»

Si algo nos gusta en Ceuta es mirar hacia al mar y enorgullecernos de nuestra amplia tradición marinera. Por eso, este mes adquiere una connotación especial que nos hace esperar con los brazos abiertos la festividad de Nuestra Señora del Carmen. Es el momento en que la Reina de los Mares escenifica a lo grande su protección a nuestras aguas y marineros. El barrio de la Almadraba, de raíces puramente marineras de Ceuta, se engalanaba con fervor cada año para agradecer a la Virgen su intercesión por los pescadores y por las familias enteras que tanto deben al mar.

Hoy recordamos con este sencillo y bonito altar, a la imagen de la Virgen del Carmen. Salvavidas, redes, anclas, banderitas del código internacional marítimo  y un bonito centro de flores central decoraban este altar.

En la década de los 40 se estrenaba en Ceuta con la bendición en la Almadraba de la iglesia alzada en honor a la patrona de la Armada española, los marinos y la gente del mar. Un año después, la Virgen procesionaba por primera vez por esta zona marinera y por sus aledaños, bajo la atenta mirada de sus devotos. No había escenario más propicio para enmarcar esta tradición, que guardará para siempre en su memoria la visión de una playa repleta de barcos pesqueros y el desembarco de miles de melvas y atunes.

La devoción a Nuestra Señora del Carmen se hace eco de manera especial cada 16 de julio, sobre todo en las ciudades costeras.

Devoción marinera a la Virgen del Carmen

Según la tradición, el culto a Nuestra Señora del Carmen se remonta al 16 de julio de 1251, cuando la Virgen se le apareció al devoto San Simón Stock (posterior fundador de la Orden Carmelita) en el monte israelita de Hakkarmel (Carmel). Desde la Edad Media, la también llamada Estrella del Mar (significado atribuido a “María”) pasará a ser venerada como guía de los marineros en su camino a puertos seguros en mitad de tempestades, al igual que las estrellas eran claves para marcar el rumbo del viaje.

Desde entonces, diarios de navegación y bitácoras de todo el mundo han recogido milagros que han contribuido a extender la devoción. Uno de los más repetidos tuvo lugar a principios del siglo XIX, cuando un barco inglés (Rey del Océano) se vio sorprendido por una fuerte tormenta. Durante el episodio, un joven irlandés se abrió la camisa para mostrar al mar el escapulario de la Virgen del Carmen que colgaba en su cuello. Tras lanzarlo a las aguas, la situación cambió por completo. Según se cuenta, solo una ola más golpeó al barco y lo hizo para devolverle el escapulario a su dueño.

El fervor por esta Virgen en nuestro país se extendió sobre todo por la labor de un almirante mallorquín, que en el siglo XVIII impulsó la celebración de esta festividad entre su marinería.

Con los siglos, la devoción a la Estrella de los Mares fue incrementándose, hasta convertirse en habitual imagen inseparable de los marineros en barcos de recreo, pesca y mercantes. Cada 16 de julio, el mar es testigo de esta gran veneración a la Reina de los Mares.

La Casa regional de Ceuta en Melilla también ha participado en varios actos invitados en Melilla por la Asociación cultural de la Virgen del Carmen, como por ejemplo la ofrenda de flores, la procesión, los torneos y la verbena.

La Casa regional de Ceuta en Melilla colabora en los torneos y campeonatos con la dotación de un trofeo en nombre de en entidad.

Ceuta está muy presente en los actos de la Virgen del Carmen en Melilla.

¡Viva la Virgen del Carmen!