Núñez aprieta a Ferraz para que convoque congreso extraordinario y avanza que se presentará

Por la izquierda, María Miaja. Pablo Núñez, Dalia Mohamed y Mohamed Haidor, durante la lectura del manifiesto.

El que fuera asesor en la Delegación del Gobierno, cesado por falta de confianza, lanza un pulso a la gestión de Pedro Sánchez y al grupo que designó para la transición del partido en Ceuta en un acto al que asistieron cuarenta personas

 

La lucha por el mando del Partido Socialista en Ceuta ha comenzado. Un grupo de afiliados, encabezados por Pablo Núñez, escenificaron este lunes en la Biblioteca del Morro un órdago contra la Gestora del PSOE en la Ciudad Autónoma y, por ende, contra el mando nacional de Pedro Sánchez en Ferraz, quien marca los tiempos en el proceso de sucesión del anterior secretario general, Juan Gutiérrez. Aprovechó Núñez -cesado recientemente como asesor en la Delegación del Gobierno por falta de confianza- para plantar su bandera y anunciar su candidatura una vez haya congreso. Que este se celebre fue la principal reivindicación lanzada este lunes por él y sus compañeros de tribuna, María Sánchez Miaja, Mohamed Haidor y Dalia Mohamed.

Ellos se encargaron de leer un manifiesto para la prensa y las cuarenta personas asistentes. En él comenzaron hablando de una "sucesión de acontecimientos", que, entienden, "han debilitado" a su organización en su papel de oposición al Gobierno del PP. Posteriormente afearían la expulsión de militancia -sin citar expresamente los nombres- de Navil Rahal y Fidda Mustafa -esta última parte de la última candidatura municipal pero no afiliada-, quienes precisamente rompieron durante una sesión plenaria la disciplina de voto para dar su apoyo al Partido Popular.

Antes de llegar a esa cuestión, criticaron que la Gestora nombrada por Ferraz, supuestamente, no haya dado pasos para convocar un congreso extraordinario, cuando según los estatutos de la formación el plazo no debe exceder de 90 días, justo los que llevan al mando los elegidos desde Madrid: "Nos hace pensar en la intención de retrasarlo lo máximo posible", espetaron.

A pesar de pretender desligarse de la etiqueta de "críticos", Núñez y los suyos acudieron a la cita con una larga lista de reproches. "Tras la salida del anterior secretario general hemos contemplado, con gran preocupación hechos como la expulsión de militantes; la pérdida de dos escaños en el Grupo Parlamentario Socialista pasando a ser, de facto, la tercera fuerza política en Ceuta en número de escaños, situándonos tras la ultraderecha", subrayaron.

Hablaron también de la dimisión de dos miembros de la gestora y del despido de trabajadores por "capricho personal" y de asesores. Se trata en realidad de personal de confianza de Juan Gutiérrez, como lo fuera antes Núñez en la Delegación hasta la llegada de Cristina Pérez

Todo ello, a su juicio, deja al PSOE ceutí "en una situación complicada, difícil de remontar", y que convierte al partido en "irreconocible, carente de objetivos y de proyecto político". Eso sí, defendieron quienes leyeron el manifiesto que no pretenden "fomentar crisis, ni los llamados bandos".

El censo y una candidatura ya armada

Núñez reconocería en el turno de preguntas de los medios de comunicación su intención de presentarse al congreso extraordinario cuando lo haya. "No puedo esconder lo evidente. Tanto yo como un grupo de socialistas estamos trabajando para intentar crear un nuevo proyecto que aúne a todo el mundo de cara a lo que se supone es un partido político", respondió el otrora asesor en la Delegación. Eso sí, quiso aplazar cualquier conversación sobre su postulación a secretario general hasta que haya fecha para la votación: "Ahora no es el momento. Primero hace falta un congreso que de paso a que todos nos pongamos de acuerdo y llevemos adelante un programa. Cuando toque hablaremos en profundidad de ello".

Entronca ese primer anuncio sobre su candidatura con la principal motivación del manifiesto, conocer el censo del partido para poder lograr su objetivo de presentarse al cargo. "Hubo una asamblea el 10 de junio, pedimos conocer este dato y a día de hoy lo desconocemos (...) No sabemos cuantos militantes hay a fecha de la dimisión del anterior secretario general. Eso nos pone en desventaja a todos los militantes que deseemos participar de esta nueva etapa. Para formar parte de un proceso de primarias hay una serie de porcentajes, de avales que orgánicamente merecen conocerse y no tenemos noticias de eso".

Coinciden por tanto tres factores clave a la hora de explicar el acto celebrado este lunes. El deseo de Pablo Núñez por alcanzar el liderazgo del partido, el hecho de que calculádamente se haya realizado en la fecha en que se cumplen 90 días desde la entrada de la Gestora y la necesidad de forzar a que el censo se haga público para saber si le es posible contar con los apoyos que le aúpen a la secretaría general.

Como principal daño colateral queda la sensación de pulso a la dirección nacional. "No puedo señalar culpables y, como dice el manifiesto, no venimos a acusar a nadie ni a generar ningún tipo de discrepancia", contestó Núñez preguntado sobre si la responsabilidad de retrasar el congreso es de Ferraz, quien marca los tiempos y eligió a la actual Gestora. Para él está claro que tras la "dimisión" -en principio por motivos personales, pero con el empujón de altos cargos del partido- de Gutiérrez, el futuro del PSOE en la ciudad autónoma pasa por un congreso extraordinario inmediato.