Fomento dice que no habrá concurso para transferir basura hasta que el Estado no garantice recursos

El buque 'Tom Sawyer' que sacó del apuro el pasado noviembre al servicio. /archivo

Sigue señalando el sobre coste que ha sufrido el servicio de forma repentina, pero ahora lo achaca al incremento en el precio del barco para llevar los residuos a la península y no al impuesto estatal obligad por la normativa Europea como hizo hace unos meses

El argumento del consejero de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Alejandro Ramírez, responsable de todo lo que tiene que ver con la gestión de los residuos de la ciudad para justificar que el servicio del transporte de residuos a la península siga sin contrato y más allá de toda prórroga viable desde agosto de 2020 no ha cambiado. Ramírez sigue anclando el problema en el incremento de costes sobrevenido, si bien ahora ha virado de su versión primera en la que puso el foco en el impuesto aprobado por el Gobierno al hilo de la normativa europea por no cumplir con determinados requisitos ambientales para señalar directamente al sobrecoste de enero a marzo en la parte del servicio que tiene que ver con el propio transporte en sí de los paquetes de basura que se elaboran en la planta de transferencia.

Eso sí, la solución en cualquier caso sigue siendo la misma a ojos de la Consejería, que el Estado cumpla con una parte de esa nueva legislación europea y aporte recursos -euros contantes y sonantes- a Ceuta para poder afrontar con garantías la subcontratación del servicio a los costes actuales.

Todo eso lo ha revelado a raíz de una interpelación planteada por su sustento en el Gobierno, la líder del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de Ceuta (MDyC), Fatima Hamed. La vicepresidenta de la Asamblea ha afeado al Gobierno que un contrato cuya finalización estaba prevista en 2016 (se adjudicó por 6 años en 2010 a Urbaser) siga a día de hoy sin renovarse y más allá de toda prórroga legal desde 2020.

Para Hamed había “tiempo más que suficiente para tramitar el más complejo de los expedientes y el más complicado de los contratos”. Pero aún así la situación es la que es y el servicio se viene prestando desde hace 4 años con decretos de continuidad.

“O bien no son capaces de tramitarlo cuándo y cómo deben o bien hay algo que desconocemos”, ha apostillado Hamed, que ha enfatizado además que podría haber unos 300.000 euros de sobre coste mensual.

Y sí, Ramírez ha reconocido ese sobrecoste, pero lo ha circunscrito al problema que ha supuesto que de enero a marzo casi se ha doblado el coste que suponía la contratación del barco en apenas tres meses, de enero a marzo. De entre 2 y 3 millones de euros anuales que costaba el barco de la basura se va a pasar a unos 5, según ha explicado Ramírez.

El consejero ha descartado de forma expresa que vaya apostar por la valorización, como Melilla, de la basura o por gestionar con recursos propios los residuos para integrarlos en un ciclo de economía circular.  Tampoco ha hablado expresamente de otra posibilidad, la de separar en un futuro concurso el servicio en dos partes, por un lado la recepción y empaquetado de la basura y por otro el transporte, para blindarse contra las fluctuaciones del combustible.

En cualquier caso, Ramírez ha dejado claro que hasta que no consiga el compromiso por parte del Estado de que dotará de recursos económicos a la Ciudad para hacer frente a la situación de excepcionalidad que como parte extrapeninsular del territorio tiene, no acometerá la puesta en marcha de una nueva licitación.

Y sí ha dejado sin demasiado sentido los intentos, que ha confirmado que están llevando a cabo algunas empresas privadas, para tratar de llevar la gestión de los residuos a una gestión propia en la Ciudad.