Ceuta Ya! desdramatiza la “invasión” de menores y acusa al Gobierno de victimismo, Chandiramani: “miente”

La famosa repatriación de menores de 2021, en la imagen, ha vuelto a salir a colación en el debate plenario./archivo

El Gobierno insiste en que está rebasado por la llegada de menores y los localistas les acusan de hacerse la víctima y darle la razón a VOX, una acusación que les ha venido de vuelta

El líder de Ceuta Ya!, Mohamed Mustafa, ha puesto al Gobierno de la Ciudad frente a otra visión del drama migratorio bien distinta de la que ha venido manejando y casi hasta acostumbrándose a manejar el presidente de la Ciudad, Juan vivas, durante su periplo por las televisiones nacionales -casi habitual a finales de agosto- para denunciar la emergencia humanitaria que vive la ciudad por la llegada de menores extranjeros. A su vez, casi con la misma razón, le ha devuelto parte de los argumentos la portavoz accidental del Ejecutivo en la materia, Kissy Chandiramani - el responsable del asunto, el consejero de Presidencia y Gobernación, Alberto Gaitán, estaba, a la hora del cruce de acusaciones, reunido con la ministra competente junto al presidente-. “Miente”, han usado tanto Chandiramani como Mustafa.

Un tu palabra contra la tuya que deja al espectador y también al periodista con la obligación de discernir. Por más que Mustafa ha apelado a los hechos, lo que le daría algo de razón. No parece menos verdad -y así lo ha reconocido- que la pregunta al Gobierno había sido registrada en los mismos términos que luego se han defendido antes de que al final del mes de agosto la llegada de menores se intensificara. Vía de escape que ha aprovechado bien Chandiramani.

¿La realidad? Difícil.

“6.900 millones de presupuesto”, ha lanzado como cifra Mustafa en la cara del Gobierno. Es la cantidad presupuestaria que ha manejado el PP en el Ejecutivo de la Ciudad desde que Vivas ers presidente y que en opinión del líder localista debería haber alcanzado para cubrir cualquier necesidad en materia de atención a menores. Una competencia traspasada desde el Estado en su día, hace ya décadas, porque la Ciudad lo pidió. “La realidad es que tiene las mismas infraestructuras que recibieron”, ha apostillado Mustafa.

Su argumento a grosso modo es que hoy como ayer o antes de ayer los menores extranjeros llegan a Ceuta por ser frontera exterior de la Unión Europea y lo natural es que sigan llegando. Y hacerse la víctima cuando se disfrutan de reducciones fiscales y ventajas varias no alcanza. Se es frontera para lo bueno y para lo malo.

En el trazo grueso, Mustafa, considera que el discurso esgrimido durante todo el mes de agosto por el PP y el presidente Vivas es equiparable en lo xenófobo al de VOX. “Exageraciones, contradicciones y dejación de funciones”, ha resumido ese discurso Mustafa.

La exageración porque en tiempos pasados -sin contar la crisis humanitaria de 2021- la Ciudad ha tenido bajo su tutela más menores que ahora a la luz de las estadísticas y no se armó el tremendo alboroto de ahora. Contradicción porque no se puede pedir poner por encima de todo el interés y la atención del menor y defender “sin rubor” la expulsión ilegal de 2021 que sigue bajo investigación judicial con la ex delegada y la ex consejera de Presidencia “en el banquillo de los acusados”. Una doble visión que ha imputado directamente al presidente Vivas.

Y dejación de funciones porque en tres décadas siguen los mismos recursos para atender menores que se recibieron del Estado.

“Miente”, le ha devuelto Chandiramani. Para negar punto por punto todo. Aunque en la vuelta de la argumentación Mustafa le haya pedido que aclare en qué miente sin respuesta concreta y se haya valido de la inconcreción para reafirmar sus acusaciones y sus verdades.

Aunque eso sí, Chandiramani ha devuelto la acusación con certeza de cercanía a VOX: “Le está haciendo el caldo gordo a VOX”, ha repetido una y otra y otra vez. A la par que defendía un dato: “14 millones de euros”. Ese es el presupuesto que dedica la Ciudad a atender a menores. Y otras más: “Es la segunda plantilla más amplia de todos lo servicios municipales sin contar los trabajadores del tercer sector que intervienen bajo contratación municipal en esa atención”.

Caldo gordo o no. Lo que parece difícilmente justificable es el voto en contra de la petición del Gobierno de la Ciudad de reformar la Ley de Extranjería para obligar a la solidaridad interterritorial y facilitar el reparto de menores. Ahí, en ese punto, parece que el diputado nacional por Cueta, Javier Celaya, como tantos otros anteriores se ha visto atrapado entre la lógica territorial y la nacional.

Como sea, el debate va a seguir dando de sí, porque el problema está lejos de solucionarse y porque tres décadas de rifare no se van a solventar en dos preguntas en el Pleno y las posturas están más que marcadas. Niños inocentes para un extremo, delincuentes de la peor calaña para otros, en la caricatura, y en medio todo lo demás.