La última ‘jugada’ de UGT en TRACE
En los últimos días de TRACE, un grupo de trabajadores, todos de UGT, han pedido la expulsión de dos representantes de CCOO, mientras las denuncias por infracciones laborales continúan acumulándose
A menos de una semana para que TRACE pase a ser historia en lo referente al servicio de limpieza viaria y recogida de residuos de Ceuta, los últimos coletazos de quienes están al frente de la empresa no se han hecho esperar.
Comisiones Obreras recibió una carta firmada por el encargado general de la empresa, Juan Gutiérrez, junto con administrativos, ATS, algunos capataces y el jefe de prensa, todos afiliados al sindicato Unión General de Trabajadores (UGT). En la misiva, solicitaban la expulsión del sindicato a su representante en el Comité de Empresa, Javier Lirio. Esta petición de expulsión también se extendía a Manuel Fuentes, capataz y delegado sindical de Comisiones, quien ha denunciado acoso por parte de la empresa.
El secretario general de CCOO respondió a cada uno de los firmantes de la carta, indicando que no tenía intención de expulsar ni a Lirio ni a Fuentes del sindicato. Esta situación representa una lamentable injerencia por parte de los miembros de UGT en TRACE en los asuntos internos de otro sindicato, justo a unos días de pasar a ser personal laboral de la Ciudad.
Tanto CCOO como UNT han estado denunciando en las últimas fechas lo que consideran infracciones que atentan contra los derechos de los trabajadores. Entre estas denuncias se incluye el cambio de horario a siete trabajadores a tiempo parcial (sábados, domingos y festivos, de siete de la mañana a dos de la tarde) sin respetar el horario firmado en su contrato, así como el incumplimiento de las doce horas de descanso entre jornadas por parte de TRACE.
Además, cabe destacar que UGT ha sido el único sindicato que no ha solicitado, al menos de forma pública, el pago de los atrasos por el incremento del IPC, lo que ha supuesto una pérdida de poder adquisitivo de unos 500 euros para los trabajadores.
Resulta curioso que la empresa no quiera sentarse a negociar el pago de estos atrasos, pero sí contrate a una empresa externa para el baldeo de calles, mientras sigue teniendo en la calle contenedores rajados y llenos de ratas.