Más de 40 denuncias por incumplimiento de horarios contra un hostelero acaban sin sanción

Una de las fotos aportadas por la denunciante en la que se puede observar la terraza montada y con clientes más allá de la 1.20 horas.

Fomento y Policía Local parecen mirar para otro lado en este caso mientras en otros se afanan en requerir y requerir a los hosteleros por cualquier mínimo detalle. El local denunciando en el centro no contaría ni con licencia de apertura ni de terraza

Arbitrariedad. Esa es la palabra que empieza a definir a las actuaciones de la Ciudad Autónoma de Ceuta sobre el sector hostelero. Mientras unos parecen tocados por el halo de los dioses a otros se les persigue incluso de forma preventiva. Alguien en Policía Local o la Consejería de Fomento va a tener que acabar explicando -seguramente delante de un juez- las razones de sus actuaciones o más bien de sus no actuaciones. Un hostelero ha conseguido esquivar hasta ahora las más de 40 denuncias que uno de sus vecinos ha interpuesto vía 112 por el incumplimiento sistemático de los horarios de terraza en la plaza Mártires, en Constitución.

La denunciante pudo comprobar el pasado viernes en la propia Consejería de Fomento como ninguna de las intervenciones que la Policía Local realizó ante sus requerimientos desde el pasado mes de febrero había llegado hasta Fomento o, al menos, no se había incoado expediente sancionador alguno, a pesar de que, como se puede ver en las múltiples fotos que ha aportado, el incumplimiento del horario de terraza es sistemático cada fin de semana; lo que le acaba por provocar desvelos y molestias por el ruido que producen los clientes que más allá de las 2 de la mañana siguen sentados en las mesas del establecimiento.

Un pub que además, según se recoge en el último escrito que ha registrado ante la Ciudad la propia denunciante en Urbanismo le habrían confirmado que no cuenta ni con licencia de apertura, ni tampoco de terraza.

A las 2.01 la terraza seguía con clientes

Los horarios para las terrazas de los establecimientos de hostelería están reguladas en la ordenanza de terrazas y veladores y establecen su cierre con carácter general a la media noche todos los días excepto en periodos como los de Navidad o Semana Santa y entre el 15 de marzo y el 15 de octubre. En esos periodos las terrazas pueden permanecer con clientes media hora más de domingo a jueves; y los viernes, sábados y vísperas de festivos hasta la 1 de la madrugada.

La inacción, bien sea de Policía Local o bien de Fomento, en este caso choca con el carácter preventivo con el que se desplegó la Policía Local durante las pasadas Navidades ante otros hosteleros, los de la plaza del alcalde Ricardo Muñoz, en donde hasta 6 agentes acudían un cuarto de hora antes de la hora límite para desmantelar terrazas y cerrar. Entonces los agentes esperaban pacientemente a que diera la hora para caminar hacia los locales y tramitar sanción si una sola silla no estaba recogida o, como se dio el caso entonces, acosar incluso a los clientes que estaban apurando sus bebidas fuera de los bares pasados apenas unos minutos de la hora de cierre de la terraza, que no del local, amenazándoles con multarles por consumir alcohol en la vía pública.

Ante esa situación, Fomento siempre les había puesto la misma excusa a los hosteleros, “si hay denuncias de los vecinos no podemos hacer nada”. En el caso de la plaza Mártires no son unos minutos lo que se pasa uno de los locales sobre la hora de cierre, sino más de una hora, no es una ocasión, sino cada fin de semana, y no hay una denuncia, hay más de 40. Parece que el criterio es arbitrario.

Resuena no sólo el -hoy ya se puede tildar así- “acoso policial” durante las pasadas Navidades y ahora que ha vuelto el verano contra algunos hosteleros por los horarios. También el celo con el que han venido operando en Fomento, bajo la excusa de su creciente preocupación tras los sucesos en las discotecas de Murcia del pasado otoño contra otros emblemáticos locales ubicados en el Parque Marítimo o las Murallas Reales, mientras en este caso se ha pasado olímpicamente de todo.

El 6 de abril la terraza tendría que haber estado completamente recogida a la 1 de la madrugada

“El bar abrió en diciembre. Al principio, como era Navidad yo misma me templé y me dije, bueno anda, vamos a dejarlo estar que son fiestas”, relata la denunciante en contacto con este medio. Pero cuando las Navidades pasaron y llegó febrero cada fin de semana se encontraba con el incumplimiento sistemático de los horarios. Fue entonces cuando decidió requerir al 112 casi cada madrugada por las molestias que le causaba el ruido, realizando fotos con su teléfono en el que consta la hora y la fecha.

Con el paso de los meses la desesperación fue en aumento. El local usaba incluso mobiliario público para integrarlo en su terraza, colocando unos cojines sobre los bancos de la plaza. Nada de nada. Ninguna denuncia parecía lograr que las cosas cambiaran.

Denuncia por registro

Harta de que las denuncias a través del 112 no surtieran ningún efecto, el pasado 6 de junio, la realizó vía registro directamente a la Consejería de Fomento:

“Que desde febrero de 2024 han efectuado más de 40 llamadas al 112 para quejarse del pub sito en Alcalde Sánchez Prados (plaza Mártires). Que dicho pub se ha apoderado del mobiliario urbano, los bancos de la plaza para poner unos cojines de su propiedad para que se sienten los clientes.

Que tenemos 54 fotos atestiguando lo dicho, tanto en horario en la apropiación del mobiliario urbano, así como las llamadas al 112 guardadas en el teléfono móvil, denunciando que dicho pub no respeta los horarios de terraza, no recoge las mesas y no dicen a sus clientes que no pueden permanecer en ella, más allá del horario marcado por la ley”, hasta aquí lo tocante a los ruidos y el incumplimiento de horarios y la aprobación de los bancos de la plaza para uso privado.

El sábado 1 de junio las mesas y sillas deberían llevar recogidas media hora

Pero quizás lo más grave, y lo que eleva el agravio comparativo a los límites de la prevaricación está en el último párrafo: “Que habiendo llamado a Urbanismo nos han dicho que el citado pub, no tiene licencia de apertura ni de terraza, y que de todas las llamadas, sólo ha sido comunicada una de ellas por parte de la Policía Local y no han recibido los atestados por parte de ellos”.

Y es que mientras en Policía Local y Fomento miran para otro lado con este caso, otros empresarios del sector que sí llevan años de trámites para regularizar casi cada centímetro cuadrado de sus locales, han tenido un intenso cruce de comunicaciones con el área de Fomento, precisamente desde diciembre, cuando este local al que se le hace la vista gorda abre sus puertas.

Órdenes de cierre incluidas en el Parque Marítimo y en las Murallas Reales, y problemas, requerimientos e inspecciones que acaban por encontrar detalles ínfimos que corregir, desde la colocación y la ubicación de un extintor hasta una diferencia de pocos centímetros en algún elemento de seguridad.

Cuando la denunciante acudió el pasado viernes, 14 de junio, a Fomento a interesarse por su escrito, descubrió que la funcionaria que la atendía se refería a la propiedad del pub “por su nombre” y con “una enorme familiaridad”.

Según le informaron en Fomento tras su escrito por registro, se habría enviado una primera notificación al pub. Pero “curiosamente consta como que no se ha podido entregar. Normal, los notificadores trabajan por la mañana que es cuando está cerrado el pub”.

La denunciante no lo dice, pero sospecha que se trata de seguir despejando el asunto hacia adelante para seguir sin intervenir y que el local pueda seguir haciendo lo que quiera.
 

Diferencias evidentes

Las diferencias en el trato son cuanto menos llamativas. En la plaza de Ricardo Muñoz, el último de los empresarios que llegó a explotar un local se molestó en hablar con las comunidades de vecinos para preguntarles qué acciones podía llevar a cabo para causar las mínimas molestias. Estableció con ellos un canal de comunicación directo para que ante cualquier cosa fuera de lo normal tuvieran el camino más directo para pedir que se corrigiera la situación.

Con eso, logró minimizar las molestias. Con eso y con el cumplimiento exhaustivo de los horarios y el volumen de la música controlado. Tanto así, que incluso en alguna ocasión han unido fuerzas vecinos y hosteleros para denunciar lo que sí acabó por generar un verdadero problema durante las pasadas Navidades, el botellón en la plaza, que a diferencia de los locales sí se alargó hasta altas horas de la madrugada sin que la Policía ni Local ni Nacional hiciera entonces nada por impedirlo. Como ya sucediera también durante la primera noche de la pasada Feria.

Las denuncias en Ricardo Muñoz vienen sólo de dos vecinos, siempre los mismos. Y uno de ellos ha llegado a insinuar a uno de los empresarios que es una cuestión de dinero. No de ruido.

En Fomento donde han venido justificando gran parte de sus celosas actuaciones contra estos locales y otros como el del Parque Marítimo o las Murallas Reales por la preocupación de que suceda algo alguna vez como en Murcia y acabe recayendo la responsabilidad en la Administración por no velar por el cumplimiento de la legalidad.

Según transmitió Urbanismo a la denunciante, en el caso del local de la plaza Mártires no hay ni licencia de apertura ni, claro está, de terraza, dado que para la segunda es obligatorio contar con la primera.

Más aún. En la misma plaza a escasos metros del pub denunciado opera también más o menos desde finales de noviembre, otro, que recientemente ha recibido un requerimiento de cierre por parte de Fomento por no cumplir. “Ese en cambio si que siempre cumple con los horarios y está con la terraza recogida y el local cerrado a su hora”, manifiesta la vecina que espera que ahora le hagan caso en Fomento.

Curiosamente, también, la denuncia contra este otro local que acaba provocando la notificación de cierre, se realizó el día de descanso del otro local que ha sorteado más de 40 intervenciones de la Policía Local sin sanción alguna.