El futuro del Brull al detalle: “Se va a hacer porque si no se pierde el dinero”

El proyecto se rehará en septiembre, rondará los 24 millones de euros y se troceará en dos partes, lo que permitirá que comience a funcionar de manera parcial mientras se ejecuta la segunda fase. Las obras no empezarán antes de otoño de 2025

 

“Esta vez se va a hacer seguro. Sino se perdería la financiación”. Varias fuentes próximas al proyecto de macrocentro educativo del Brull -atascado desde el año 2022- se muestran convencidas de que la instalación va a construirse, confirmando lo expuesto por la delegada del Gobierno, Cristina Pérez, días atrás. El proyecto comenzará a revisarse en septiembre con la idea de separarlo en dos fases. La estimación es que la obra supere los 20 millones, acercándose a los 24 y que las obras no empiecen hasta otoño de 2025, aunque una vez completada la primera parte (y el amueblado) podrán empezar a impartirse clases. 

Por primera vez hay optimismo en lo que rodea a la creación del Brull. En el año 2022 la licitación quedó desierta y aunque ser consultó directamente a varias empresas, ninguna quiso hacerse cargo por el encarecimiento de materiales, que dejaba obsoleto el presupuesto inicial que había estimado el Ministerio de Cultura. Luego se encargó a la firma semipública Tragsa que realizase una actualización de costes, con la idea de ordenarle a la misma -no puede rechazarlo al estar participada por Estado y Comunidades Autónomas- que lo construyera. 

La empresa, según reveló en exclusiva este medio, elevó mucho su estimación de manera deliberada, con la idea de evitar que Cultura le hiciera el encargo. Sus cálculos ascendían hasta los 45 millones de euros. 

Nada que ver con la realidad. Las fuentes consultadas apuntan a unos 24 millones aproximadamente, siempre que se mantenga todo lo proyectado inicialmente. Eso es más de la cuantía de la que dispone el Ministerio desde hace varios años y por ello va a optar por afrontar una primera fase primero, con el objetivo de no perder esa financiación que está a punto de caducar. 

Ese es según los testimonios recabados “el único motivo por el que realmente se va a hacer el centro”, no perder la financiación. “Desde Ceuta no se ha hecho ninguna presión”, reconocen las personas consultadas. 

Cultura y los arquitectos se sentarán en septiembre. Será entonces cuando decidan la cantidad que pretenden gastar y en función de eso se hará una primera fase más o menos ambiciosa. En principio, si todo marcha según lo previsto, podría ejecutarse primero el edificio de secundaria, lo que habilitaría a iniciar las clases y de manera pareja hacer la segunda parte del Brull. 

Eso sí, teniendo en cuenta que el proyecto tardará en rehacerse “unos dos o tres meses”, la primera de las licitaciones no saldrá antes de enero. Cultura no es de los ministerios más rápidos resolviendo estas cuestiones y suele demorar “entre seis y ocho meses en adjudicar”. Eso hace que las obras no vayan a iniciarse como mínimo hasta otoño de 2025. 

La segunda parte se haría a posteriori, dándose el Gobierno central “tres años” para conseguir la financiación restante, que podría rondar los diez millones de euros.