El enredo de Fomento con las terrazas hosteleras, un peligro para la seguridad

Señal de terraza en la localidad de Novelda.

Otras localidades de España emplean un sencillo sistema de señales en el que se indica los espacios exteriores hosteleros que tienen licencia y las horas a las que pueden funcionar, clarificando al ciudadano donde puede sentarse con garantías de responsabilidad civil en caso de suceso sobrevenido

 

Dificultar la concesión de licencias de terrazas, hacer la vista gorda con algunas que no tienen permiso y mandar a los agentes de la Policía Local a contar mesas y sillas de otras sí autorizadas. En definitiva, ahogar a la hostelería.

La postura descrita -la que mantiene la Consejería de Fomento, con Alejandro Ramírez a la cabeza y Aurora Visiedo mediante- contrasta con otras formas de hacer las cosas en otros municipios de España. Un ejemplo claro, el de Novelda, donde señales junto a los locales indican no solo qué terrazas de bares cuentan con los preceptivos permisos, sino también los horarios en los que pueden funcionar. Una cuestión que va mucho más allá de los intereses económicos y que atraviesa un aspecto esencial para el ciudadano, la seguridad. Si al cliente le pasa algo en Ceuta, ¿quién lo paga?

La falta de claridad y las trabas administrativas de las que hacen gala los dirigentes de la Consejería responsable a nivel local pueden directamente incidir en el bienestar del vecino, o al menos en su tranquilidad, en caso de que sobrevenga un suceso en una terraza. ¿Quién asumiría la responsabilidad civil si el cliente de una terraza sin permisos -y por ende sin seguro- sufre un accidente de cualquier tipo? La jurisprudencia abre varias vías y ninguna buena para nadie. Afectando al propio hostelero, a la administración y a la víctima, que en muchos casos acabará por pagar el entuerto.

Frente al modelo Ceuta, de Ramírez y Visiedo, -que tiene a los hosteleros en pie de guerra y a buen seguro preocupa a los ciudadanos-, el de la localidad valenciana de Novelda. Allí, las terrazas no se colocan sobre la acera, sino en la vía. En concreto, en los aparcamientos, estando completamente estructuradas, señalizadas y con unas medidas determinadas para el conjunto de la instalación

Queda marcado para el público también el horario de uso y clarificado el hecho de que el lugar donde se sientan tiene los permisos preceptivos, aspecto esencial para contar con un seguro de responsabilidad civil, que asuma los gastos ante un posible accidente. Formas de gestión con las que, se entiende, todas las partes salen ganando.