El Día de Ceuta también pudo haber sido el 13 de febrero

Bandera de Ceuta en un barco atracado en el puerto deportivo (C.A./ARCHIVO)

La controversia más añeja suscitada en torno al Día de Ceuta remite a la elección del acontecimiento histórico sobre el que se habría de sostener una fecha que, con el tiempo, tendría que haber sido aceptada por todos los ceutíes como la de la celebración de su identidad

La celebración del 2 de septiembre en Ceuta parece no haber sido nunca pacífica. El Día de la Ciudad Autónoma siempre se ha visto envuelto en polémicas. La decisión de prescindir de este fecha como jornada festiva en el calendario laboral ha levantado las críticas este año. Pero la controversia más añeja atañe a la elección que en su día se hizo del acontecimiento histórico sobre el que se habría de sostener la fecha que, con el tiempo, tendría que haber sido aceptada por todos los ceutíes como la de la celebración de su identidad.

El 2 de septiembre no ha concitado nunca el consenso que se supone habría de existir en torno a la fecha en la que Ceuta celebra su día. En aquel día de 1415 se libró la batalla que permitió a los portugueses ocupar la ciudad. Un hecho histórico que buena parte de la comunidad musulmana considera una conmemoración del «exterminio» de la población autóctona.

Los más activos defensores de la necesidad de modificar la fecha de celebración de la ciudad han sido los dirigentes de Ceuta Ya!, quienes han venido reclamando la apertura de un debate que fragüe un acuerdo lo más amplio posible en torno a una fecha que debería, a juicio de la formación localista, fomentar el «sentimiento de pertenencia» a una misma comunidad de todos los ceutíes.

Atendiendo a esta sensibilidad, en 2018 el por entonces consejero de Educación y Cultura, Javier Celaya, hoy diputado al Congreso, presentó a los grupos de la Asamblea un informe elaborado con aportaciones del Instituto de Estudios Ceutíes (IEC) y del cronista oficial de la Ciudad, José Luis Gómez Barceló, en el que se detallaban hasta trece fechas alternativas al 2-S. La iniciativa no dio más de sí, aunque sí dejó un documento de referencia para una hipotética futura reedición del debate.

Fechas alternativas

Una de las fechas alternativas recogidas en el documento aportado por el IEC y Gómez Barceló parecía concitar las simpatías de los críticos. El 13 de febrero de 1668 se formalizó la firma del Tratado de Lisboa entre España y Portugal, que supuso la independencia lusa y el reconocimiento de derecho de Ceuta como ciudad de la Corona española. Los partidarios de trasladar el Día de Ceuta a esta fecha subrayan que fue entonces cuando el pueblo ceutí, por voluntad propia, eligió permanecer en España renunciado a su pertenencia a Portugal.

Dos de las propuestas contenidas en el documento no parecían ser las más apropiadas para favorecer el consenso, pues aludían a acontecimientos relacionadas con la toma de Ceuta por los portugueses. La primera de ellas hacía referencia a la toma de la ciudad por las tropas de Juan I, acaecida el 21 de agosto de 1415. La segunda, a la sentencia ejecutoria dictada por el arzobispo de Braga por la que se elevaba a Ceuta a la condición de ciudad y convertía su antigua mezquita en Iglesia Catedral, datada el 6 de septiembre de 1420,

Otras fechas remitían al siglo XVII y a la actitud que mantuvo la ciudad durante la sublevación de Portugal: el 1 de diciembre de 1640, jornada en la que la nobleza y el pueblo ceutíes se concentraron ante el Palacio del Gobernador para expresar su fidelidad al rey Felipe, el 20 de febrero de 1641, día en el que el monarca español honró a Ceuta con los títulos de «noble y leal» y el 30 de abril de 1656, fecha en la que Felipe IV reconoció a la ciudad su condición de «fidelissima» y su derecho a participar en Cortes junto al reino de Sevilla.

Otro grupo de fechas relacionaba efemérides evocadoras del nacimiento del constitucionalismo español: el 25 de octubre de 1810 (la Junta de Ceuta aprueba un memorándum dirigido a la Regencia y a las Cortes de Cádiz en el que solicita el voto en Cortes para la ciudad), el 6 o el 9 de mayo de 1811 (reconocimiento para que la ciudad pueda participar en las futuras Cortes Generales), el 2 de agosto de 1812 (juramento solemne de la Constitución de Cádiz en Ceuta) y el 11 de agosto de 1812 (toma de posesión del primer ayuntamiento constitucional)

El nacimiento de la II República y la conmemoración del movimiento autonomista fueron las propuestas que pretendían encontrar en el siglo XX una nueva fecha para la celebración del Día de la Ciudad. Las fechas consideradas fueron el  8 de mayo de 1931, día de la aprobación del decreto que daba a Ceuta circunscripción electoral propia para la elección a Cortes, y el 21 de mayo del mismo año, jornada en la que se creó una Delegación del Gobierno Civil, con lo que se puso fin a los poderes gubernativos de comandantes generales y altos comisarios.

El documento se cerraba con un guiño al proceso autonomista ceutí. El IEC y el cronista incluyeron en su relación de fechas el 28 de septiembre de 1981, jornada en  la que el pleno del Ayuntamiento ceutí acordó por unanimidad elevar una petición al Gobierno central para que la ciudad pudiera constituirse en ciudad autónoma.