La Asociación de Libreros estalla contra Orozco por el "descontrol" en torno a la gestión de los cheques-libro

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A escaso mes y medio de que los escolares ceutíes regresen a las aulas, la Consejería de Educación, Cultura y Juventud no ha puesto aún en marcha el programa informático necesario para verificar la validez de los referidos cheques: "No existe manera alguna de fiscalizar"

 

Un mes y medio; apenas cuarenta y cinco días: eso es lo que queda para que los escolares ceutíes cambien de nuevo su plácido retiro veraniego por esa desapacible vuelto al cole que, a más de uno, trae de cabeza desde que agosto comenzó a cubrir nuestros almanaques. Un mes y medio; apenas cuarenta y cinco días... Y todavía no se sabe qué va a pasar con esos 'cheques-libro' que, para muchos, suponen poco menos que un balón de oxígeno cuando toca pasar por una papelería.

El pasado 25 de junio, el Consejo de Gobierno dio luz verde -a instancias de la Consejería de Educación, Cultura y Juventud- a la correspondiente convocatoria de ayudas para la adquisición de libros de texto de cara al curso académico venidero. Como cada año, la iniciativa tenía por objetivo "compensar parte de los gastos derivados de la compra de libros de texto y material escolar".

Tal y como quedó recogido en el vigente Presupuesto de la Ciudad, la parcela que encabeza la consejera Pilar Orozco destinó 2 millones de euros -una cuarta parte de sus recursos totales- a dicha convocatoria, que tenía (tiene) como target a "todo el alumnado matriculado en los centros públicos, privados y concertados en 2º ciclo de Educación Infantil, Especial, Primaria y Secundaria".

La ayuda en cuestión se materializaría mediante la entrega de "un cheque-libro por valor de 90 euros en Infantil y de 150 en Primaria y ESO". En el caso concreto de los estudiantes matriculados en la Especial, el subsidio se canalizaría directamente a través de transferencias a los centros docentes. ¿El problema? Que, a fecha de 2 de agosto, el Gobierno local no ha puesto aún a disposición de los libreros el 100% de los medios necesarios para que las familias menos pudientes 'canjeen' las ayudas.

A día de hoy, la situación es de incertidumbre total. En un primer momento, "el Ayuntamiento dijo que iba a entregar los cheques en septiembre". Tras el anunció, "se montó un caos". Tras ese "caos", el Ejecutivo que preside Juan Vivas recogió cable y optó por adelantar la entrega. Los cheques, de hecho, ya están en posesión de sus beneficiarios. El problema ahora no es que no haya cheques en circulación, sino que "han acelerado su entrega sin tener operativo el programa que los controla".

Llegados a este punto, conviene subrayar que "cada cheque lleva un código QR", uno que sirve, precisamente, para que el librero de turno pueda verificar que este mismo es original y no un documento burdamente confeccionado por medio de Paint. La cuestión: si la aplicación informática que se utiliza para escanear los códigos no funciona, "no existe manera alguna de fiscalizar".

La llamada 'Asociación de Libreros de Ceuta' asegura llevar "mucho tiempo" pidiendo a la Administración -inútilmente, visto lo visto- que ponga a funcionar el programa de escaneo. Pese a la insistencia de quienes integran la organización, "aún no ha habido respuesta". La consecuencia es inequívoca: "Las librerías no tienen forma alguna de fiscalizar para llevar un control exacto de los cheques por alumnos y centros".

Según la versión ofrecida por la entidad que agrupa a los libreros caballas, hasta el momento, la única respuesta ofrecida por el Gabinete de Juan Vivas ha sido la de que "lo van a mirar". A este respecto, los comerciantes no ven normal que, tras la inversión acometida para poder suministrar libros a través del propio cheque-libro, el Ayuntamiento no esté aplicando "un control riguroso". "Está en juego una importante cantidad de dinero para los libreros", dicen desde dentro de la Asociación. "Estamos haciendo frente a unos gastos que no tenemos fiscalizados", insisten.