Las medidas que pretenden evitar la entrada de migrantes a Ceuta
La UE y el Gobierno central se han puesto manos a la obra para evitar que el flujo de personas ilegales siga creciendo.
La entrada masiva de migrantes a España, en general, y a Ceuta, en particular, ha hecho que la UE se ponga manos a la obra para evitar que el flujo de personas ilegales siga creciendo.
Para ello, Bruselas ha adoptado los primeros compromisos con Marruecos: 70 millones de euros para que frene la inmigración.
La Comisión Europea ha acordado un paquete de financiación que permitirá desembolsar 140 millones de euros a corto plazo y abrir una vía de ayudas permanentes en los próximos años.
La mitad de ese dinero (70 millones) se inyectará directamente en el presupuesto marroquí.
El objetivo es que hagan frente a la creciente salida de inmigrantes hacia España.
Por otro lado, el Gobierno de Pedro Sánchez anunció hace meses la intención de quitar las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla. Pues bien, parece que
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha encargado a su gabinete técnico que elabore un informe en el que se analicen diferentes alternativas de seguridad a las actuales concertinas.
El informe está casi listo y contempla importantes cambios para la valla de Ceuta.
-- Está prevista la instalación de cámaras con conexión wifi, que permitirán el envío inmediato de las imágenes a las comandancias y a las comisarías para facilitar la movilización e intervención inmediata de guardias civiles y policías.
-- Estos dispositivos permitirán también una identificación más rápida en los pasos fronterizos.
-- Además, se instalarán nuevos puestos de vigilancia en los puntos más vulnerables de las vallas.
-- Ampliación de los dispositivos de seguridad. Está previsto que tanto en Ceuta como en Melilla haya mil efectivos en total, entre policías nacionales y guardias civiles. Una cifra sin precedentes que permitirá “blindar” las dos ciudades ante la retirada de las concertinas.
Los agentes no solo vigilarán el perímetro próximo a las vallas, sino que también se encargarán del llamado “comercio atípico”.