Menores no acompañados: ¿por qué arriesgan sus vidas los jóvenes, para llegar a Ceuta?

Ceuta está sufriendo una presión migratoria que ha llevado al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, a pedir ayuda a la Unión Europea, al Gobierno central y a las comunidades autónomas. Un problema, sobre todo, con los menores no acompañados que han colapsado el sistema, al estar desbordada su capacidad. Pero hay una pregunta que trasciende a las cifras de acogimiento: ¿por qué?

¿Por qué niños y adolescentes arriesgan sus vidas, lanzándose al mar en plena noche, en busca de un futuro mejor pero incierto? ¿Y por qué hay madres que los alientan?

Esta pregunta no sólo se hace en este lado de la frontera. También es un tema recurrente en el otro lado. Medios marroquíes como Press Tetuán han difundido en su canal de la red social TikTok ambas caras de la moneda: las de unas madres que están felices por haber enviado a sus hijos al otro lado de la frontera, con el riesgo de haber perdido la vida en el intento, y, por otro lado, un ciudadano indignado al ver cómo los jóvenes de Marruecos quieren dejar el país, arriesgando la vida, porque en su país no encuentran un futuro. Este ciudadano se cuestiona sobre el mensaje que el mundo está recibiendo de un país como el suyo, Marruecos, donde sus ciudadanos más jóvenes ven un futuro mejor en el extranjero, mientras su gobierno planea construir un estadio para albergar partidos del Mundial 2030: el Grand Stade Hassan II, con un presupuesto de unos 500 millones de euros.

Es un drama humanitario que sesga vidas, rompe familias y resta credibilidad a la pretensión de Marruecos de ser percibido en el exterior como un país moderno.

Hasta hace bien poco, eran sólo jóvenes de la zona norte: Rincón, Castillejos, Tánger, pero ya llegan de más al sur. El “efecto huida”, como lo ha denominado Juan Vivas, es muy poderoso.