SANZ BRIZ, EL ÁNGEL DE BUDAPEST

"Mi padre dejó a mi madre embarazada y a mi hermana en la frontera de España para seguir salvando vidas"

Ángela Sanz Briz es la hija del Ángel de Budapest y ha contado en Ceuta como su padre salvó la vida de más de 5.000 judíos.

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photo_camera Ángela Sanz Briz, hija del Ángel de Budapest, en el salón de actos del Ayuntamiento / C.A.

Es una historia digna de ser contada, por eso, su hija, Ángela Sanz Briz, ha narrado este jueves en el salón de actos del Ayuntamiento como su padre, conocido como el Ángel de Budapest, logró salvar la vida de más de 5.000 judíos. En la conferencia han escuchado atentos un buen puñado de ceutíes, entre ellos miembros de la comunidad hebrea y de los estamentos políticos y sociales de la ciudad. A Ángela la historia de su padre no se la contó él, ni su madre, una persona que sufrió mucho la humanidad de su marido. "A mi madre no le gustaba hablar del tema porque a ella le había dolido mucho, no sé si ella estaba segura de que mi padre podría volver de Hungría", ha explicado la hija del diplomático a Ceuta Actualidad. IMG_0161

Y es que cuando la ciudad comenzó a volverse peligrosa por el asedio de los bombardeos el diplomático tuvo que tomar una dolorosa decisión: "Se subió en un tren con mi madre embarazada y mi hermana y las llevó hasta la frontera española, yo creo que mi madre no sabía que mi padre no se quedaba con ellas". Enviar de vuelta a España a su familia fue el primer paso de Ángel.

"Me impresionan su valor y su inteligencia"

A esto le seguirían mucha creatividad y ganas por hacer el bien. Ángel tenía 34 años cuando se vio al frente de la embajada española en Budapest después de que el embajador fuera llamado por España por la invasión nazi. "Tengo un hijo de 37 años, pensar que mi padre tenía 34  me impresiona. Me impresionan su valor y su inteligencia". Y es que el ingenio de Ángel pasó por encontrar una ley promulgada en 1924, en tiempos de Primo de Rivera, por la cual los judíos sefardíes, expulsados en tiempos de los Reyes Católicos, tenían derecho a pasaporte español. 

Como buen diplomático, con mucha mano izquierda vendió esa historia a los nazis que, sin embargo, tenía un obstáculo. Sólo podía dar 200 permisos. "Y él consiguió sacar a más de 5.000 personas, a base de no subir nunca el número de 200, usar el abecedario, pedir permisos familiares en vez de personales. Unas argucias que me impresionan", confiesa Ángela admirada por la inteligencia y el valor de su padre.

"Ahora hemos conocido a muchas familias que mi padré sacó de Hungría"

La descendencia de Ángel son cinco hermanos entre los que Ángela ocupa el cuarto lugar. IMG_0152Ahora, cuando la figura de su padre se está conociendo más, porque cómo lamenta su hija, su padre murió sin ser reconocido, han podido entablar amistad con muchas de las familias a las que el Ángel de Budapest ayudó a salir de Hungría, "En Madrid, en Barcelona, los hemos conocido y los hemos tratado mucho". Una de las historias que les cuentan es cómo se corrió la voz en Budapest sobre la labor de su padre. "Les llegaban comentarios de que la embajada española daba visados y la gente empezó a agolparse frente a la embajada para conseguir salvoconductos, cartas de protección y pasaportes". Todo sucedió entre los meses de marzo y diciembre de 1944. Diez meses en los que hacer el bien pesó más que el miedo a perder su vida para el Ángel de Budapest. "El mundo entero tiene que saber que había hombres buenos que ayudaban y que consiguieron salvar muchas vidas".