Banderas azules en Ceuta pero sus playas ¿son inclusivas para todos?

Mientras lucen banderas azules en el Chorrillo y la Ribera, la sombra de la inaccesibilidad ensombrece el litoral. Los usuarios denuncian rampas que acaban a diez metros de la orilla o falta de información sobre como solicitar el uso de la silla de ruedas anfibia

La rampa de la playa de San Amaro no llega ni a la entrada del baño para personas con discapacidad (Cedida)
photo_camera La rampa de la playa de San Amaro no llega ni a la entrada del baño para personas con discapacidad (Cedida)

Hace poco más de un mes, Ceuta recibía sus dos banderas azules “por un turismo sostenible”. Las playas de la Ribera y el Chorrillo en Ceuta renovaban un distintivo en reconocimiento a la calidad y compromiso con el medio ambiente, pero la calidad de los arenales por la que se obtienen dichos reconocimientos, que ondean en las dos playas del centro de la ciudad, no se extienden al resto del litoral que, año a año, recibe las críticas de los usuarios por las deficiencias que presentan el resto de playas.

Empezada la temporada veraniega, muchos ceutíes ha comenzado a mostrar su descontento con la gestión de la Consejería del área, la de Fomento, por las carencias que presentan playas como el Tarajal donde ante un largo puente no se habían instalado las sombrillas pero ya en materia de accesibilidad, todas las playas contarían con una bandera negra.

Los ceutíes con movilidad reducida están mostrando su descontento por las escasas opciones con las que cuestan para disfrutar gratis de un día de sol y baño.

Una única silla de ruedas anfibia en la playa del Chorrillo, en concreto en el segundo espigón, y si la zona ya se encuentra repleta de familias y tengan que optar por otra zona de la playa y ante la imposibilidad de desplazarse, salvo que lo hiciera arrastrándose “cual culebra”. Así denunciaba la situación un usuario que también señalaba la escasa información existente sobre cómo solicitar el uso de la silla anfibia para poder disfrutar de un baño en el mar.

Pero las denuncias se extienden a los accesos a los baños habilitados para personas con movilidad reducida. “No poder entrar al cuarto de baño habilitado para minusválidos puesto que carece de rampa de acceso”, esta es otra de las quejas que estos días de calor se han podido escuchar.

Resulta curioso que la playa de San Amaro cuente con aseos para personas con discapacidad pero que la rampa de acceso no llegue ni siquiera a la entrada de los baños, por lo que mucho menos llega a la orilla del mar, impidiendo el acceso a la playa a las personas que necesitan una silla de ruedas para desplazarse.

El mismo usuario se pregunta “si con esto buscan vender entradas del Parque, lo están haciendo de categoría”.